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SSP300 | EL PERFIL

El último filón de la saga Viñales

Dean Berta siguió los pasos de sus primos Maverick e Isaac para convertirse en una estrella del motociclismo, que se apaga con tan solo 15 años.

El último filón de la saga Viñales

Si había que apostar por un deporte haciendo honor del apellido Viñales, las probabilidades daban por ganador al motociclismo y no se equivocaban. Primero fueron Maverick e Isaac quienes abrieron la senda y más tarde, un niño de tan solo dos años y medio, decidió seguir los pasos de sus primos para continuar con la tradición familiar. Dean Berta Viñales se estrenó en el circuito de tierra que hay en la Zodiac de Roses, a los seis años probó las pocket bikes (minimotos) y ante la falta de convencimiento, aparcó las dos ruedas por jugar al fútbol con el CF Palau Saverdera. Pero ese no era su camino: "Jugaba al fútbol, pero no me gustaba, las motos tienen más emoción y siempre he visto a mi familia en moto".

Recién cumplidos los 11 años llegó una segunda oportunidad por parte de Berta Viñales al motociclismo y firmó un regreso triunfal, puesto a que terminó proclamándose campeón de la Copa Catalunya de Promovelocidad en la categoría Promo ZFM. Pero ahora, solo cuatro años después, el deporte no ha sido igual de generoso con un piloto que hizo alarde de su progresión durante su temporada de estreno en SSP300, con una cuarta posición en Magny Cours que le hizo llegar a Jerez con ganas de seguir progresando y el objetivo de establecerse en un grupo delantero, donde rodaba cuando se vio involucrado en un fatídico accidente en el que el sueño se vuelve a convertir en pesadilla para mostrar la parte más conflictiva del mundo del motor.

Tomó el consejo de sus antecesores: "Me han dicho que, si caes, no pasa nada, que por eso hay hospitales. No tengo miedo". Y precisamente fue su valentía, esa que le ha quitado todo lo que le dio, la que le llevó a debutar en 2018 en la Cuna de Campeones, a la par que competía en el campeonato de España de PreMoto3 donde finalizó cuarto tan solo un año más tarde. En 2020 repitió categoría y comenzó arrasando, pero pensando en su futuro centró todos sus esfuerzos en una European Talent Cup, donde estaba destinado a destacar hasta que la creación del Viñales Racing Team en el Mundial de SBK le hizo cambiar de planes y le permitió dar el salto a la categoría inferior de las motos derivadas con tan solo 15 años.

"He aprendido gracias a Ángel, Maverick, Kevin y a mi abuelo cosas que no sabía. Hemos hecho y seguiremos haciendo un gran trabajo", decía Dean ante un nuevo reto en el que se estrenaba con el #25, tras homenajear anteriormente a su abuelo José con su dorsal. El 21 que lucía en su carenado cuando se inició era la misma cifra que comenzó exhibiendo la familia Viñales en los circuitos y ni siquiera el buscarse la vida para poder entrenar, puesto a que los kartings de Roses donde se inició prohibieron la circulación de motos en su asfalto, pudieron tumbar un sueño que se queda huérfano demasiado pronto. Descanse en paz.