Mir: "Rossi es un jefe y el más apasionado de todos nosotros"
Entrevista al vigente campeón de MotoGP, sobre él y otros campeones. De Márquez dice: "Tiene el mismo ADN que cuando se fue y es un ganador".
El coronavirus empieza a dar algo de tregua en el paddock y en el GP de Aragón llega el primer cara a cara de AS con el vigente campeón de MotoGP, un Joan Mir que viaja segundo en la general, a 65 puntos de Quartararo, y que es consciente de que este año no ha tenido aún los grandes destellos que dio el año pasado. Repaso a tumba abierta a su situación con la Suzuki y a la del campeonato.
—Le voy a decir una cosa, estaba prevista esta entrevista para Silverstone y hubo que aplazarla a Alcañiz, dándome ahora la sensación de que ha perdido peso mediático porque veo hoy el Mundial finiquitado por Quartararo, con usted segundo, pero sin destellos de grandeza como los que tuvo el año pasado. ¿Qué opina?
—Estoy de acuerdo contigo. Si miras los tiempos en carrera del año pasado y de éste, estoy siendo más rápido en todos los circuitos, pero la realidad es que la moto es la misma. No hemos evolucionado nada la moto. Esto me está condicionando para tener destellos como los del año pasado. No es que el año pasado pilotara mejor sino al contrario.
—¿Cuál es el destello del año pasado que más recuerda?
—Cuando gané en Valencia, para cerrar el Mundial. Eso fue brutal, porque gané en el momento que había que hacerlo.
—Aquello sirvió para tapar bocas también, ¿no?
—Sí.
—Calló a los que decían que iba a llevarse el Mundial sin ganar una sola carrera. Sin embargo, a mí me emociona aún más la remontada de Misano con la pasada final a Rossi para subir al podio.
—(Sonríe). Estuvo bien esa pasada. Estuvo bien. Si hubiera sido un adelantamiento por una victoria, cambiaría el asunto.
—¿Qué momento puede salvar de este año? ¿Cuál destaca por encima de los demás?
—Este año está siendo una temporada muy neutra en cuanto a resultados. Tengo la velocidad para llegar al podio, pero está claro que nos falta un poquito para intentar ganar.
—¿Qué falta?
—Más velocidad, más velocidad, algunas décimas por vueltas, algunos detalles. Este año hay que ir más al límite para sacar resultados más buenos.
—¿Por qué si los motores estaban congelados para este año, en Suzuki no se ha mejorado pero otros sí lo han hecho?
—Esa es una respuesta que no te sé dar, porque no la sé. Creo que se pensó que se ganó el año pasado prácticamente todo y que este año los demás no podrían mejorar tanto. Eso ha hecho empezar el año un poco o bastante a remolque.
—¿Se han dormido en Japón?
—No. (Sonríe). Es difícil contestar a esa pregunta, pero la realidad es que no estamos siendo igual de fuertes que el año pasado.
—Complete esta frase: El año pasado tenía la moto más completa de la parrilla y este año tengo…
—No la tengo.
—Sea más concreto.
—Que ya no es la más completa de la parrilla. La que menos ha evolucionado.
—¿Eso a que se debe? Está claro que a Suzuki no se le puede pedir que gane el título cada año porque no es la fábrica con más recursos, ¿pero han echado de menos un Davide Brivio en el box, un tótem que apriete a los japoneses?
—(Pone cara de circunstancias). No puedo contestar.
—¿Habrá una figura así, un líder, el año que viene?
—Creo que sí. A mí me gustaría. Los japoneses ven que hace falta una figura de team manager. Esto está clarísimo y yo también lo considero.
—Hablando de otra cosa, hay gente que todavía me pregunta quién fue el campeón el año pasado…
—Ya, ya. Es heavy.
—¿Cómo se explica algo así?
—MotoGP ha cambiado mucho en los últimos años. Antes había cuatro pilotos que se lo jugaban todo y quedaban dos a final de año. Ahora y en los últimos años es diferente. Luego está que yo no soy una persona muy mediática. En mi tiempo libre no me voy a ir al entrenamiento de la Juventus a hacerme fotos con los familiares. Para que me entiendas un poco. A mí me gustaría estar en casa.
—En el Bernabéu le abriríamos las puertas con los brazos abiertos, para que se hiciera fotos con los jugadores de su Real Madrid.
—(Risas). Yo si fuera un día al Bernabéu, me iría a la grada como uno más. A ver el partido y que no me vieran mucho. (Más risas).
—¿Qué objetivo tiene para lo que queda de curso? Imagino que estando a 65 puntos, con 150 en juego, ya no pensará en el título.
—No he pensado en ningún momento en el Mundial. Siempre ha sido el objetivo, pero en lo que pensaba era en dar el cien por cien. Soy consciente que haciendo estos resultados de manera regular, con podios pero sin destellos importantes, no puedo luchar por el Mundial ahora.
—¿Es un milagro ir segundo de la general dadas sus circunstancias?
—No, no es un milagro porque no veo ningún piloto que sea mucho más fuerte que yo. Simplemente, Fabio ha encontrado un paquete más competitivo y estás siendo mejor.
—¿Será el justo campeón?
—Si gana, claro que lo será, pero quedan todavía seis carreras.
—¿Todavía no le da por campeón?
—No, para nada. Hay una cosa que es muy difícil en este mundo, y más cuando no has ganado ningún Mundial antes, y es el cerrar un Mundial. A mí me ha pasado dos veces y cuesta.
—¿Cuál le costó cerrar más?
—El de Moto3, porque fue el primero.
—¿La inexperiencia aún puede jugar en contra de él?
—Sí, pero tiene muchos puntos de ventaja. Ahora, cuando empiezas a hacer números, todo se complica y es muy difícil cerrar un Mundial. Además, Fabio tiene todo el peso de Yamaha encima.
—¿Lo peor de este campeonato son los neumáticos Michelin?
—(Se ríe y no dice nada).
—Pregunta directa…
—Los neumáticos están siendo un punto muy importante este año. Están condicionando bastante. A mí no sólo me han condicionado una carrera y a muchos de mis rivales les está pasando lo mismo. A Fabio parece que esto le está respetando más.
—¿Es suerte o qué?
—Sí, es suerte.
—¿Qué espera de Maverick con la Aprilia? Imagine que es él quien tira en carrera a Quartararo y eso hace que se abra el Mundial…
—Ostrás, esto puede ocurrir… Máverick es un tío muy rápido que funciona muy bien cuando va rápido y sin presión. Este año en Yamaha se encontró con un Fabio muy fuerte y es difícil convivir con alguien tan fuerte en el box. De alguna manera, le ha costado llevarlo. Ganó la primera carrera, en Qatar, y parecía que podría ser muy fuerte, pero luego se fue diluyendo. No sé por qué. En Aprilia lo va a hacer bien. Llega a una fábrica en la que todo lo que haga estará bien hecho. Eso es un escenario en el que él se va a encontrar muy a gusto. Maverick es un buen chaval y se merece esta alternativa y que le vaya bien.
—¿Por quién apuesta en el duelo Aleix-Maverick en Aprilia?
—Maverick, porque es mucho más talentoso que Aleix. Aleix es un superviviente que lo da todo con lo que tiene y seguramente acabará delante en muchas carreras, pero a largo plazo Maverick tiene más potencial.
—¿Cómo está viendo a Márquez en el año de su regreso?
—Veo que tiene el mismo ADN que cuando se fue y veo que es un ganador, aunque también creo que esperaba encontrarse un escenario más fácil.
—Si ha cambiado MotoGP en estos dos años.
—¿Con qué intención hace esa pregunta?
—Con buena intención.
—¿Y qué opina de Rossi en la temporada de su despedida?
—El tío es un ejemplo. Lo que él haya decidido alargar su carrera es cosa suya. La ha alargado hasta que ha podido. Él es un apasionado de esto, más que cualquiera de los que estamos aquí. Yo no me veo aquí con 42 años, como él. Me cuesta ya verme con 32, así que imagina con 42 o 43. El hecho de haber vivido como ha vivido tan intensamente estos años, haber encontrado una pareja en los últimos años y ahora saber que va a ser padre… Esto es de muy jefe.
—La última… ¿Volverá a ser algún día campeón de MotoGP?
—Tengo 23 años, ¿tú que crees?
—Yo creo que sí.
—Yo también.
—Y podrá serlo más de una vez, pero crece la competencia, porque mire cómo ha explotado Jorge Martín…
—A Jorge me lo he encontrado en todas las categorías.
—Gracias y buena suerte.
—Gracias a ti.