Verstappen golpea primero
El Red Bull partirá delante de Hamilton y Norris, aunque Bottas fue segundo en la clasificación. Alonso, octavo, y Sainz fuera en la Q2.
Los 15.000 aficionados repartidos por el circuito de Red Bull Ring desearían estar este domingo en la grada de la tercera curva. Ahí se citarán Verstappen y Hamilton en ese duelo sin fin con varios episodios cada fin de semana. Pero la repetición no cansa cuando dos atletas enseñan todo lo que tienen, cuando dos mastodontes del automovilismo ponen sobre la mesa sus recursos para ganar un título. En la clasificación de Estiria se impuso Max, que tiene la sartén por el mango a una vuelta con el Red Bull. Su coche ha ganado las últimas tres carreras y durante dos semanas corre en casa. A menos que Sir Lewis haga algo por evitarlo, Verstappen puede dar un golpe al Mundial en el díptico austriaco.
El neerlandés brilló en todas las sesiones y aventajó en dos décimas a Bottas y Hamilton en la Q3. La diferencia es relevante en un circuito corto, en el que la vuelta apenas pasa del minuto. Da la sensación de que el RB16B ya funciona al nivel de Mercedes en todas partes, aunque esta vez Bottas y Hamilton quedaron justo tras Verstappen mientras Checo estuvo algo más retrasado, quinto. El finlandés tiene tres puestos de sanción en la parrilla, así que será el campeón quien se cite con el líder en la primera frenada y en las rampas de la curva tres, donde no hace mucho ‘Mad Max’ adelantó con dureza a Leclerc para ganar el GP de Austria de 2019. Norris partirá, por tanto, tercero con un McLaren que vuela en estas rectas y no se achanta en las curvas. Gasly, que por momentos apuntó a la pole fue sexto por delante de Leclerc y Tsunoda.
Alonso se divirtió. "Precioso, da igual la posición", llegó a afirmar por la radio en conversación con sus ingenieros. En eso consistía también su regreso, no sólo en acabar por delante de su compañero (que lo hizo, Ocon no pasó de Q1) y preparar la campaña 2022 desde dentro. El asturiano entró en un top-10 complicado porque se quedaron fuera coches fuertes y pilotos que han subido al podio recientemente. Ilusionó por momentos, llegó a asomarse al top-7, pero partirá octavo, lo que puede ser un riesgo frente al tren de pilotos enrabietados que tiene por detrás con libertad para elegir neumático en la salida. Era noveno, pero ganó un puesto gracias a una sanción de tres puestos a Tsunoda por obstaculizar a Bottas.
Porque Carlos Sainz siguió la fase decisiva de la clasificación desde los monitores de televisión, en el corralito de televisiones, porque su Ferrari esta vez no pasó el corte del top-10. Las dudas del garaje a partir de los problemas de Paul Ricard les obligaron a experimentar durante el fin de semana y a ser conservadores antes de quitar carga aerodinámica del coche. Eso ha vuelto al SF21 poco brillante, algo más incómodo, y el madrileño dejó de encontrar las buenas sensaciones a partir del tercer entrenamiento libre. Saldrá 12º. Una vez remontó 14 puestos en este mismo circuito, pero entonces pilotaba un McLaren. La ventaja moral, que elegirá neumático. La desventaja real, que tiene once coches delante.