"No me arrepiento de dejar Ferrari, todavía no han ganado"

Se ríe por dentro cuando le preguntan por "los 39 años". Con Fernando Alonso la parrilla de F1 recupera a uno de los mejores pilotos de su generación, pero también las respuestas honestas, no enlatadas, que tan poco abundan en el paddock. El asturiano respondió, con todo, sobre el tema de la edad ante su regreso al Mundial después de dos años de ausencia, y cerró el debate: "El piloto que domina la F1 en estos años tiene 36 años, no compito contra adolescentes". "Hay una nueva generación, pero todavía no están ganando", zanja.

Habló el bicampeón español con un grupo internacional de medios en una conexión virtual y salió otro asunto incómodo, el del ambiente en sus equipos, que resolvió con la misma claridad: "Es la tercera vez que piloto en Renault y estuve dos veces en McLaren. He estado en equipos diferentes y he repetido, así que deberían estar contentos conmigo. Si no, no sé por qué me llamaron". ¿La mala reputación? "Me río".

"Sigo hablando con Fisichella, Trulli vive en la misma ciudad que yo y me llamó después del accidente para avisarme de que si necesitaba algo del supermercado, me ayudaba. Y así todos los días con Stoffel, Jenson y ahora Esteban, a quien le envié un kart de FA Racing estas semanas para que pudiera pilotar. Por eso me río, porque todos mis compañeros han sido buenos amigos en ese momento y más adelante. En el Dakar me sucedió lo mismo, le tuve que prestar un neumático a Al Attiyah. A veces tener esta reputación es bueno, porque cuando descubren que soy normal se ven muy sorprendidos y contentos", argumenta Alonso.

"Espero que Carlos disfrute de cada día en Ferrari"

Desde Italia le consultaron por Sainz, el relevo español en Ferrari: "Ser piloto de Ferrari es un privilegio, es el momento de Carlos ahora y espero que disfrute de cada día y tenga buenos resultados también". En cuanto a su salida de la escudería italiana en 2014, deja claro que no se arrepiente, aunque después sufriera una mecánica imposible en McLaren Honda: "Estamos en 2021 y Ferrari todavía no está ganando".

"Nunca me arrepiento de ninguna de mis decisiones. Con una bola de cristal puedes tomar una decisión diferente en algún momento, pero en cada momento sentí que hacía lo correcto. Con Alpine sucede igual, pienso que por este camino tengo los mayores desafíos después de dos años fuera de este deporte. Se toman decisiones y se asumen las responsabilidades, pero con Ferrari el timing fue perfecto. En 2014, hubo éxitos durante cinco años y luchamos por títulos hasta la última vuelta en tres de las temporadas. La atmósfera fue increíble y el amor entre Ferrari y yo también lo fue. Pero fue el momento correcto. En un momento la relación se daña y queríamos tener sólo el amor".

Por eso vuelve a su primera relación, un Renault reconvertido en Alpine: "De Alpine espero un equipo que quiera crecer cada día, es lo que hemos visto en los últimos años de Renault. Con el nuevo liderazgo de Luca de Meo, Alpine quiere convertirse en campeón del mundo en el futuro y trabajamos para lograrlo en el futuro". Suena bien.