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DAKAR

Castera: "Siempre piensan que quiero liarles, pero no es así"

El director del Dakar habla con AS para hacer balance de la edición 2021 y responder algunas polémicas: "Algunos dicen que es difícil, por suerte que lo es".

Yedah
David Castera, director del Dakar.
Eric VargioluASO

Es la máxima autoridad del Dakar y como tal, el principal responsable de todo lo que tiene que ver con la organización de la carrera. David Castera (50 años, Francia), director de la prueba, siempre intenta tener la mejor competición posible y para ello no le cuesta asumir lo que se ha hecho mal, pero también defiende lo que ha hecho bien. AS habla con él en Arabia para que nos haga balance sobre lo que ha dado de sí esta edición y para que responda a algunas de las polémicas que ha habido. Y lo hace con total sincerad.

—Lo primero, hay que dar la enhorabuena a ASO porque se ha conseguido terminar el Dakar sin que interviniese el coronavirus.

—Si, es verdad. Nuestra primera victoria fue arrancar este Dakar y mantener el virus fuera de la burbuja. Fue complicado al inicio, pero creo que lo hemos hecho bien y agradezco a toda la gente que haya hecho las cosas bien con mascarilla, gel, distancia social... De la manera en que se hizo, todos teníamos que cuidarnos y se hizo bien.

—Supongo que el cierre de fronteras del país a una semana de empezar fue algo difícil de solventar, ¿cómo lo hicieron?

—Fue un momento complicado sí, porque hubo que buscar más aviones y empezar a trabajar de nuevo en eso. Pasamos una semana de Navidad que no fue muy buena, pero se hizo como siempre, con toda la gente de ASO trabajando juntos. Tenemos la suerte de tener una empresa grande que tiene muchos recursos y que trabaja bien, lo conseguimos, pero no fue fácil.

—¿Qué balance hace del rally?

—Muy bueno, estoy contento porque creo que la organización ha funcionado muy bien, eso lo primero. Todo esto es muy bonito cuando se ve, pero hay que moverlo, prepararlo... Es todo un trabajo y además lo hicimos en condiciones complicadas, porque se hizo a distancia con reuniones por videoconferencia. Nunca habíamos organizado un Dakar así, hicimos nuestro primer viaje aquí el 15 de septiembre y normalmente solemos hacerlo en marzo. Así que sacar el rally adelante y en estas condiciones, un diez.

—El año pasado dijeron que iban a aprender de lo que hicieron mal en la primera edición en Arabia, ¿lo han aplicado?

—Sí, lo hemos hecho, pero tenemos que aprender todos los días de cosas como el terreno, que hay gente que dice que hubo mucha piedra. Tenemos que cuidar un poco estas cosas, pero hicimos buenos cambios y creo que estamos en un nivel bueno de dificultad, me gusta porque el Dakar es difícil. Hay gente que dice que es difícil, por suerte que lo es... Es la aventura más complicada, no es un rally para ir de vacaciones y los que vienen lo saben, pero hay muchos que lo subestiman. El Dakar es así y, al final, si miras los números, mucha gente lo ha terminado porque los que han venido, la mayoría, son gente con experiencia y los que no han terminado son gente que tiene un nivel demasiado pequeño por el momento como para hacer un Dakar.

—Antes del Dakar, se dijo mucho que la navegación iba a ser complicada, ¿lo ha sido demasiado? Pilotos como Sainz la han criticado, ¿qué opina de eso?

—Carlos se equivoca un poco con este tema, dice que es un rally de copilotos, pero los tres primeros son siempre los mismos, Stéphane (Peterhansel), Nasser (Al Attiyah) y él, así que la clasificación no ha cambiado, los tres primeros son los más rápidos de todos. Si hubiera sido un rally de copilotos estarían por delante otros, pero no es el caso. Tiene razón sobre que fue el más complicado que hemos hecho, pero la gente no entiende bien el concepto de hacer un roadbook porque piensa que siempre estoy pensando en cómo les voy a liar, pero no es eso. El arranque fue complicado porque había un millón de pistas en la primera semana, así que tenemos que aprender a manejar el roadbook para que eso no sea tan difícil. Ahora que lo hemos visto, tenemos más experiencia en ese sentido, pero lo hicimos igual que el año pasado, solo que en terreno diferente y luego hubo lluvia, viento que borró todo... y eso hay que tenerlo también en cuenta. Fue difícil, pero fue así y fue así para todos, por lo que cada uno tiene que adaptarse y ver. Aunque, como digo, los primeros siempre son los mejores.

—Entonces, ¿seguirán con esta línea, con este estilo del 'roadbook', en las próximas ediciones?

—Sí, lo vamos a hacer de la misma manera, pero lo cuidaremos para que no sea tan complicado. Entonces, creo que bajaremos un poco el nivel de la navegación porque escucho lo que dicen, así que hay que buscar ese equilibrio que nos falta ahora.

—También intentaron bajar la velocidad para las motos con normas como la de los seis neumáticos traseros, pero ha sido también muy polémica...

—Eso es una tontería de los pilotos, porque con la goma de atrás no puede pasarte nada, si lo dicen por la de delante sí, pero si la de atrás se destruye la moto se para, no se van a caer. No les gusta, pero yo tengo un problema con los pilotos de motos, nadie quiere entender que hay que bajar la velocidad. De cierta manera, yo soy responsable de ellos porque soy el organizador y no puedo dejar que vayan así porque se van a matar o algo (la entrevista se realizó antes de conocerse la muerte de Pierre Cherpin). Puede ser que normas como esas no sirvan, pero si no haces nada es peor. Hemos probado con los neumáticos y la verdad es que no han bajado mucho la velocidad, pero conseguirlo es muy complicado con la generación de hoy, son pilotos muy buenos, pero me da miedo porque no quiero verles heridos, no me gusta. Vamos a estudiar otras cosas. Estoy muy contento con el airbag, que ha ido muy bien, pero hay más cosas que ver y trabajaremos en ello.

—¿Qué más se puede hacer en ese sentido?

—No lo sé, estamos mirando... La primera idea era reducir la potencia del vehículo, pero no lo pudimos hacer por el tema del COVID. Vamos a ver si este año podemos trabajar en ello, es la primera cosa porque si lo hacemos va a bajar un poco la velocidad, eso seguro. Tampoco les gusta, pero no les gusta nada... Cuando tocas su zona de confort, se quejan siempre. Es difícil, pero vamos a trabajar en ello.

—Hablando de la competición, los coches algo menos que las motos, pero se pudo mantener la tensión hasta el final. Eso siempre es positivo.

—Sí, sí, claro, siempre buscamos que haya que esperar a la última etapa para saber quién va a ganar. Nadie sabía antes de salir a la última etapa quién iba a ganar el Dakar en moto, y eso es increíble. Las motos critican menos la navegación que los coches y son ellos los que navegan solos delante de la carrera. Eso se lo puedes decir a Carlos... (ríe). Son increíbles, no tienen ni trazas ni nada y van solos, mientras que los coches llegan y siguen las huellas, se equivocan y se quejan porque dicen que el roadbook es difícil. Pero la verdad también es esa, que los motoristas tienen un nivel increíble, aunque también se equivocan, claro. Por ejemplo, estoy muy triste por Nacho (Cornejo) porque es el que mejor navegación ha hecho de todos los pilotos del Dakar de todas las categorías, abrió pista el 60% de las veces y no se equivocó. Hay pilotos que lo hacen sin problemas, entonces, se puede hacer.

—¿Qué más deberes se pone para el próximo Dakar? ¿Quizá un nuevo recorrido?

—Sí, vamos a cambiarlo siempre, puede ser que entren otros países, pero no lo sé todavía porque estamos trabajando en ello. Dependerá también de la pandemia, porque nos frena mucho y habrá que ver cómo evoluciona el virus y la vacuna en los países, pero es un tema complicado.