La controvertida solución de Ecclestone para mejorar la F1
"Sé que esto me traerá problemas, pero hay que volver a los viejos motores de aspiración normal", afirma el hombre que dirigió el campeonato durante décadas.
A Bernie Ecclestone, el máximo responsable de la Fórmula 1 durante más de tres décadas, no le gusta lo que ahora ve en los grandes premios. Más concretamente los monoplazas híbridos, los que combinan un clásico motor de gasolina con una unidad de potencia eléctrica. Para el británico, ese desafío tecnológico poco tiene que ver con el deporte y así lo ha explicado en una entrevista en ‘MotorSport Magazine’.
Para empezar, Ecclestone asume que su planteamiento va contracorriente de la tendencia generalizada en la industria: “Sé que esto me traerá problemas, pero hay que volver a los viejos motores de aspiración normal. Todos los fabricantes los tienen, bajarían los costes, el ruido regresaría y podremos usarlos durante cinco años mientras se encuentra un propulsor para el futuro”.
El británico de 90 años tiene muy claros cuáles son los pilares sobre los que debería asentarse la F1: “La Fórmula 1 no tiene que ser relevante para la industria del automóvil. La gente olvida que este es un negocio de entretenimiento y si dejas de entretener, se acabó el negocio”.
Ecclestone se muestra consciente de la evolución tecnológica de la automoción (“Habrá muchos cambios en el mundo. Todos llevaremos coches eléctricos, de eso se ocuparán los políticos”), aunque cree que no debería influir tan directamente en la competición: “Hay que deshacerse de esos motores inútiles, a la gente en las tribunas no le interesa saber si son coches eficientes, cuánta gasolina gastan o cómo son de potentes. Mosley (en referencia al expresidente de la FIA) dijo que el ruido no importaba, pero yo creo que sí, siempre lo ha hecho”.
Así que la apuesta de Ecclestone para recuperar el espectáculo pasa por los antiguos propulsores V8, sin ningún tipo de electrificación para que resulten más sencillos, y esperar al momento oportuno para dar el salto a otro tipo de soluciones. Sin embargo, como él mismo señala, su teoría se distancia significativamente de la tendencia generalizada de los grandes grupos automovilísticos que invierten en la F1, centrados en la evolución de motores sin emisiones… ni ruido.