La pista del circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) se encontraba en condiciones delicadas a causa de una ligera lluvia durante la Q1 de MotoGP. En estas circunstancias, Álex Márquez sufrió una dura caída al perder de forma inesperada tracción la rueda trasera de su Honda. La derrapada brusca lanzó al ilerdense por los aires, en un vuelo alto y largo que dio con sus huesos en el suelo.

El impacto fue brutal y en los primeros instantes el piloto quedó inmovilizado en el suelo, haciendo temer por una posible lesión de gravedad. Por fortuna, poco después el menor de los Márquez se puso ya en pie y comenzó a caminar, primero cojeando pero a continuación con relativa normalidad.

A la llegada a boxes para intentar continuar con la sesión, se le vio dolorido pero entero y aunque regresó a pista con la segunda moto, no completó la vuelta de instalación y regresó al garaje por las molestias en su muñeca izquierda. Inmediatamente, el ilerdense fue trasladado a la clínica del circuito para un examen radiológico y una vez se completaron todas las pruebas pertinentes, el del Repsol Honda recibió el apto de los médicos para la carrera de mañana. Sin embargo, el piloto ha sido trasladado al hospital por precaución para descartar de una forma más contundente cualquier lesión. Allí, una serie de controles médicos, le diagnosticaron un edema de médula ósea en el hueso capitado de la mano izquierda. Alex disputará warm up y evaluará su estado después para ver si está en condiciones de salir a la carrera del GP de Valencia.