¿Peligra la dictadura de Mercedes en la F1?
El consejero delegado de Daimler ha anunciado una reducción de presupuesto, además de refrendar su continuidad en los grandes premios.
Innecesario insistir en que son malos tiempos para la economía y la recuperación se presenta compleja en el corto plazo. La industria de la automoción es una de las más afectadas por la crisis del coronavirus, no el vano sus productos representan una carga importante para la mayoría de los compradores. Es por ello que las grandes empresas ajustan sus presupuestos y el poderoso grupo alemán Daimler quiere hacerlo también en la partida destinada a la Fórmula 1 con su equipo Mercedes.
Así lo ha confirmado Ola Källenius, consejero delegado de la compañía, en declaraciones a la cadena TV6: “La carga financiera que representa a Fórmula se reducirá a la mitad durante los próximo tres años. En este sentido, nuestro objetivo para la competición es más agresivo que en otras áreas de la empresa”.
El lado positivo de esta afirmación es que refrenda la continuidad de Mercedes en los grandes premios, despejando así las dudas al respecto que habían surgido en los últimos tiempos. “No tenemos motivos para retirarnos de la F1, sería como si el Bayern de Múnich abandonara el fútbol”, comentó Källenius al respecto.
En todo caso, la reducción presupuestaria no debería suponer mayor problema para la escudería hegemónica de la Fórmula 1. A partir del próximo año se ha estipulado un límite presupuestario para los equipos de 145 millones de dólares (unos 133 millones de euros), con el objetivo de igualar los recursos disponibles para todos ellos y, en consecuencia, incentivar la competitividad.
Considerando que el pasado año el presupuesto de Mercedes F1 rondó los 430 millones de dólares (366 millones de euros), la reducción a la mitad que ahora propone Daimler seguirá cubriendo sobradamente las necesidades de gasto de la escudería.