La dureza de Turquía, juez en la lucha por el título mundial

La antepenúltma cita del Mundial suele ser un calvario para los coches, convirtiéndose en una carrera por eliminación. Sebastien Ogier defiende liderato abriendo pista.

Actualizado a 17 de septiembre de 2020 09:57 CEST

Es una especie de 'cannonball' de los rallys. Si hay una prueba que se caracteriza por su extrema dureza en el Mundial, esa es la de Turquía, que ha tomado el relevo de otras citas míticas por ser un calvario para los coches, como el Acrópolis griego o el Safari de Kenia. Será por tanto este fin de semana juez en la lucha por el título, cuya clasificación sigue encabezando Sebastien Ogier.

La prueba turca se disputará sin presencia de público, en un recorrido con dos tramos el viernes, y el grueso de la competición el sábado y el domingo. Sus caminos llenos de baches y piedras serán una tortura para las mecánicas y los pilotos, que padecerán elevadas temperaturas en el interior de sus vehículos. Un escenario que en sus dos ediciones anteriores desde que se trasladó a Marmaris siempre han deparado sorpresas.

Ogier pagará el tributo de su liderato abriendo pista la primera etapa, algo que le puede lastrar para el resto de la prueba, ya que limpiará la suciedad de la superficie para sus perseguidores. Tras el doblete y demostración de Hyundai en Estonia, Turquía servirá para ver si aquello fue una demostración pasajera, o por el contrario han dado un salto de competitividad sobre los Toyota. Tras ganar en su país, Ott Tanak tiene la ventaja de llevar a dos Yaris, el de Ogier y el de Elfyn Evans, limpiándole la pista por delante, y Thierry Neuville también querrá quitarse la espina de su patinazo en la anterior cita. Tampoco podemos olvidar a Kalle Rovanpera, que mostró gran competitividad hace dos semanas, ni a Sebastien Loeb, que será el que salga más retrasado, con la ventaja que ello supone. Incluso los Ford se pueden meter en la 'pomada' en una prueba tan dura e impredecible.

La cita turca será la segunda participación de Jan Solans con el Ford Fiesta R5 en la categoría WRC3. Tras su debut en Estonia, en donde se lo tomó con cierta prudencia para ir adaptándose a su nueva montura, Turquía puede ser diferente, sobre todo si sabe competir con cabeza y evitar las complicaciones.