Binotto, testigo privilegiado del podio de Carlos Sainz en Monza
El jefe de Ferrari abandonó el garaje para ver la ceremonia a pie de pista y aplaudió al piloto madrileño, que terminó segundo en Italia.
Sonaron el himno francés, en honor a Pierre Gasly, y el italiano, por Alpha Tauri, muy coreado por la población transalpina del paddock. Por ejemplo Andrea Stella, director de rendimiento de McLaren, canturreó la sintonía nacional, y los 200 médicos y policías que siguieron desde la grada el GP de Italia portaron una gigantesca bandera que ocupó la recta de meta, donde el año que viene debe haber una marea de tifosi. Fue un podio bonito en el que faltó el público, como siempre. "El estilo de 2020 es así", reconoció el ganador de la carrera.
El equipo ganador se situó en la pista, Racing Point se subió a la valla, McLaren se quedó dentro del pit lane y aplaudió desde allí a Carlos Sainz. Unas filas más atrás, justo cuando los pilotos iban a recoger sus trofeos, surgió del garaje de Ferrari Mattia Binotto, quien quiso presenciar la ceremonia desde abajo. No es habitual que un jefe de equipo acuda a un podio ajeno y menos después de un domingo pésimo para sus intereses deportivos (Vettel abandonó por avería y Leclerc, por accidente). El suizo se marchó pronto del circuito, de hecho cancelaron la última conferencia de prensa de la Scuderia, pero tuvo tiempo para aplaudir a su futuro piloto. Un día antes, hizo lo propio en la carrera de F2 con Mick Schumacher.
Sainz se sintió ferrarista esta semana en Monza con el interés y el ánimo de los aficionados que le esperaron cada día en la puerta del hotel para alentarle de camino al circuito. "Me emociona, claro, tengo ganas de ese futuro y espero que sea mi primer podio en Monza, pero no el último. Que lleguen muchos más con Ferrari, estoy deseando que lleguen y no puedo ni imaginarme lo que hubiera sido salir ahí con 100.000 personas en la recta", dijo el piloto de McLaren.