Podio agridulce de Carlos Sainz el día que Gasly ganó a la razón
El madrileño fue segundo, luchó por la victoria, pero un coche de seguridad y la posterior bandera roja dieron ventaja al de Alpha Tauri por estrategia.
Quién hubiera dicho que un segundo puesto en el GP de Italia, el segundo podio en la carrera de Carlos Sainz, iba a saber a poco. Locura en Monza, carrera increíble, brillante el madrileño, pero el 6 de septiembre de 2020 era el día de Pierre Gasly, que ganó a la razón con el Alpha Tauri y logró el primer triunfo de su carrera deportiva en la Fórmula 1. Las últimas vueltas fueron una persecución agobiante entre el McLaren y el Alpha Tauri, pero no había grandes márgenes entre monoplazas; Sainz recortaba décima a décima, pero no era suficiente, y acabó la carrera a 0.4 del vencedor. Qué poco faltó, "qué cerca y qué lejos, necesitaba una vuelta más", dijo por radio a su ingeniero de carrera, Tom Stallard. El podio lo completó Lance Stroll (Racing Point), los Mercedes se borraron del mapa a sí mismos, un piloto por falta de talento y el otro, por hacer trampas. Hubo de todo, adelantamientos, accidentes, emoción y lágrimas. Y un podio de los no habituales que sabe a champán francés del bueno.
Conviene subrayar que a Sainz se le puso todo de cara al inicio para acabar segundo, pero en una carrera lógica y detrás de Hamilton. Pasó fácil a Bottas en la arrancada. Por detrás, una serie de catastróficas desdichas hundió al finlandés (se quejó de un pinchazo inexistente) y a Verstappen (que terminó abandonando). Lando Norris, con otra fantástica salida, llegó tercero a la segunda curva. Los dos McLaren corrían juntos en posiciones de podio mientras un Mercedes y Red Bull sufrían en el paquete. El madrileño gestionó, tenía una renta de cuatro segundos sobre su compañero (Delante, Lewis era inalcanzable) e incluso Lando construyó cierta ventaja con respecto a Checo. La carrera más aburrida de la historia pintaba fantástica para sus intereses, pero, desgraciadamente para sus intereses, este domingo tocaba otra cosa.
El safety car de Magnussen y la bandera roja
Se iba a alcanzar el ecuador del domingo cuando Magnussen sufrió una avería aparentemente inocente al inicio de la recta de meta. Se quedó parado en una zona peligrosa, la entrada al pit lane y Dirección de Carrera sacó al coche de seguridad y cerró el acceso a la calle de boxes. Hamilton no se enteró, hizo su cambio de neumáticos y se ganó una sanción ejemplar de stop and go más diez segundos que le dejó fuera de la pelea. Hasta que no abrieron la puerta, Sainz no pudo hacer su parada, que fue buena, pero le situó en desventaja con respecto a quienes cambiaron las ruedas en el estrechísimo margen que hubo entre el incidente del Haas hasta y el bloqueo de la entrada. Se colaron Stroll, Gasly, Leclerc, Raikkonen y Giovinazzi (sancionado como Lewis) y todos habían hecho su parada obligatoria a excepción del canadiense. Del segundo, al sexto.
Con la resalida del safety car se sobrepasó la locura: accidente fortísimo de Leclerc (que salió por su propio pie, aunque con el Ferrari destrozado) y bandera roja para poder reparar las protecciones. Todos los coches a esperar y un golpe de suerte para Stroll: ya no tendría que efectuar un pit stop porque puede cambiar las ruedas en el parón. De repente era líder de la carrera por delante de Gasly y Raikkonen, ya que Hamilton quedaría último después de tan dura penalización. Al rato, en frío, segunda salida desde la parrilla como marca la norma, y el francés fue con todo a por Stroll. Le pasó bien, cómodo, quedó noqueado el canadiense.
Remontada incompleta de Sainz
Luego adelantarían al Mercedes rosa los dos Alfa Romeo y también un agresivo Sainz, que tuvo que repetir la maniobra para consolidarla frente a un tipo peligroso, de esos que puede tirar por tierra cualquier actuación. Pasó al final de recta a Raikkonen en la vuelta 34, le tuvo que aguantar el exterior a Kimi en la chicane. No se adelanta todos los días al último campeón del mundo de Ferrari. Gasly, al frente del pelotón, era la última frontera, tenía entonces cuatro segundos de ventaja que ya entonces parecían un mundo, porque el español había castigado sus neumáticos bastante más que el francés.
La persecución, como se explicó, fue de morderse las uñas, pero que nadie se engañe: el Alpha Tauri es un gran coche, primo hermano de Red Bull; Pierre Gasly es un gran piloto, mejor que el actual compañero de Verstappen; y el ex Toro Rosso es un grandísimo equipo que logró un triunfo en este mismo circuito, con Vettel, en 2008, y que ha subido al podio en todas las carreras abiertas de los últimos tiempos (en 2019, Gasly fue segundo en Brasil y Kvyat, tercero en Hockenheim). Merecido premio para Gasly, que ha sufrido mucho en sus dos primeras temporadas de F1 con el descenso de Red Bull y la pérdida de su amigo Hubert. Gran segundo puesto de Sainz, merecido premio después de los infortunios de esta extraña campaña. Y bonito podio, flanqueado por Stroll, que invita a pensar lo emocionante que se vuelve la Fórmula 1 cuando desaparece Mercedes.