Hulkenberg, calienta que sales
El alemán sustituye a Checo Pérez tras el positivo por Covid-19. Un piloto de prestigio al que le falta un podio en la F1 tiene una última oportunidad.
Nico Hulkenberg acababa de aterrizar el jueves por la tarde en Alemania para completar un entrenamiento con un GT cuando le llamó Otmar Szafnauer, jefe de Racing Point: "Quizás tienes que pilotar un Fórmula 1". El alemán, quien se marchó del Mundial en 2019 cuando se agotó su contrato con Renault, ocupará el puesto de Sergio Pérez, aislado tras dar positivo por Covid-19 al llegar al circuito de Silverstone. La mala noticia es la ausencia del mexicano, que viajó a su país en la semana previa al gran premio para visitar a su familia. La buena, que el contagio de uno de los 20 pilotos no ha puesto en peligro la celebración de un evento: su escudería alineará dos coches, apenas había contactos estrechos y la vida sigue en el GP de Gran Bretaña.
Con 179 carreras en el campeonato y 511 puntos sumados, Hulkenberg es uno de los pilotos más respetados del paddock aunque sus resultados no estén a la altura del pedigrí. Alemán, de 32 años, no está retirado, simplemente no encontró una opción que le interesara (negoció con Haas). Perdió el asiento de Renault en favor de Ocon, aunque poco después fue Ricciardo quien traicionó a la casa francesa para marcharse a McLaren. Hulk, que estuvo en las quinielas de Ferrari en el pasado y es habitualmente descrito por jefes de equipo como "el segundo piloto ideal para cualquier fabricante", tiene ante sí el último tren para engancharse de nuevo a la Fórmula 1.
Sus puntos fuertes, la experiencia y la solidez entre esa clase media tan disputada. Su punto débil no es tangible, es una estadística: él es el piloto con más grandes premios que nunca ha subido al podio. Con el RP20, una copia del Mercedes de 2019, al menos podrá luchar por puestos de honor (Lance Stroll fue cuarto en Hungría y Sergio Pérez ha sido dos veces sexto en este curso). Es, probablemente, el mejor coche al que se ha subido en toda su carrera y además conoce el garaje, pues pasó cinco temporadas en Force India. Es una incógnita su preparación física y le puede jugar una mala pasada después de meses sin pilotar un monoplaza de tan alto nivel.
"Han sido 24 horas locas y salvajes. Me llamaron para que cogiera un avión y me hicieran el asiento. Estuve en el simulador, fue una noche corta pero el equipo ha hecho un esfuerzo enorme para que estuviera cómodo, y también la FIA. Mi cuerpo lo notará, es un desafío enorme, pero no me escondo. En el garaje hay muchas caras conocidas, eso ayuda a sentirse como en casa y es un beneficio. Voy paso a paso para acostumbrarme a la velocidad, cada coche lleva un periodo de adaptación. Habrá tiempo por la noche", afirma el protagonista. Sobre el monoplaza: "Se ve un potencial enorme, es un coche increíblemente rápido".
¿Para qué sirven los reservas?
Szafnauer confirmó que las dos opciones que barajaron fueron Esteban Gutiérrez y Hulkenberg, porque Stoffel Vandoorne, el otro reserva de Mercedes, está en Berlín con la Fórmula E. Oficialmente Racing Point debía disponer del mexicano, pero han recurrido a un externo porque encajaba mejor con sus planes: "Necesitamos puntos y tiene experiencia con el equipo". Gutiérrez disputó su última carrera de F1 en 2016. Todas las escuderías tienen pilotos suplentes en los circuitos, un requisito indispensable en estos tiempos de pandemia, pero su participación parece restringida a casos de urgencia en los que deban subirse al coche sin aviso, por ejemplo un sábado antes de la clasificación. Para una baja prevista, probablemente por dos carreras (la semana que viene hay otro GP en Inglaterra), Racing Point prefirió llamar a un viejo amigo.