Hamilton espera a Red Bull
Mercedes sufre por la fiabilidad, "la temperatura es el talón de Aquiles" para Wolff, y Red Bull necesita más potencia y otra baza para ganar carreras.
La Fórmula 1 cambia un circuito de rectas y frenadas por otro revirado, con curvas de muy diferente corte y en el que la carga aerodinámica gana protagonismo. Un trazado que históricamente favorecía a Red Bull, aunque cualquier aficionado tiene en la retina la exhibición de Lewis Hamilton hace un año, ganando a Max Verstappen con una parada de más que propició el adelantamiento decisivo. Después de dos carreras, en la lucha por el título queda constatado que Ferrari este año no comparecerá. Confirmados los dos pilotos de Mercedes como candidatos, no hay que olvidar que Valtteri Bottas es el líder, el Mundial espera todavía al RB16 del neerlandés.
Hamilton incide en que el W11, monoplaza doblemente ganador en Spielberg, tiene puntos débiles: "La fiabilidad todavía no está solventada. No somos fuertes como una piedra. Y también cometemos errores, por ejemplo ellos hicieron una mejor estrategia en la primera carrera. Red Bull es un equipo fantástico y han hecho un gran trabajo para acercarse a nosotros. No sé en qué son peores, no sé si es por la potencia del motor o la carga aerodinámica, pero yo aún les veo como nuestros principales rivales". El seis veces campeón celebra también los progresos de otras escuderías: "Es bueno ver a McLaren hacerlo tan bien, me gusta mucho. Y también al Force India (por Racing Point), yo les sigo llamando así. Mucho respeto, lo están haciendo genial".
"La temperatura es nuestro talón de Aquiles"
Toto Wolff, director de competición de Mercedes, precisa las diferencias entre su coche y el de la fábrica de Milton Keynes: "Perdemos con Red Bull en las curvas lentas, en Austria eran la tercera, cuarta o quinta. En las rectas y en las curvas rápidas somos más rápidos. Por eso debemos seguir desarrollando el coche y comprendiéndolo. Hay mucha carga aerodinámica en Hungría, muchas curvas lentas, veremos cambios allí. Estoy convencido, al cien por cien, de que los Red Bull serán muy fuertes en Hungría. Allí históricamente han sacado muchas prestaciones. Nosotros hemos mejorado con el paso del tiempo pero sigue siendo un fin de semana difícil". El dirigente austriaco puntualiza: "Las temperaturas son nuestro talón de Aquiles". Sufren con la fiabilidad de ciertos componentes (unidad de potencia, caja de cambios) cuando el sol aprieta, pero para todo lo demás el Mercedes es un monoplaza perfecto. Wolff advierte: "No hemos visto todavía el máximo potencial de Red Bull y tampoco el de Mercedes".
Aunque es habitual que la firma alemana busque problemas donde apenas hay. Por eso Christian Horner, desde Red Bull, es más escéptico ante sus posibilidades: "Las curvas serán muy diferentes, pero el resto es exactamente lo mismo. La distancia con Mercedes fue enorme en Austria y pueden hacerlo igual de bien. Es cierto que sufren con el calor, les sucedió el viernes en Austria. Pero son el mejor equipo hoy por hoy y debemos trabajar todavía más para alcanzarles". En su caso, los puntos flacos del monoplaza están en el motor Honda, limitado en comparación con el germano, y la competitividad de Alex Albon, que está lejos de Verstappen mientras Mercedes lucha por la victoria con dos pilotos a la vez, pudiendo alternar estrategias. En Hungaroring, donde hay pocas oportunidades para adelantar, este último detalle es fundamental.