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AUTOMOVILISMO | INDYCAR

La conquista de América

Álex Palou (23 años) debuta el sábado en Texas con "dos días de coche y corriendo por primera vez en un óvalo, de noche...", pero avisa: "No descarto nada"

Álex Palou con el monoplaza con el que disputará la IndyCar
Dale Coyne Racing

La pandemia por COVID19 detuvo el mundo y Álex Palou vio como su esperado debut en marzo en la IndyCar se postergaba. A partir de ahí empezó una pesadilla de viajes, visados, dudas, preocupaciones... que finalmente ha podido solventar y el sábado en Texas (20:00 horas en EE UU, siete más en España, en el canal 'Vamos' de Movistar+) llegará el soñado momento de poder correr en el certamen que incluye las 500 Millas de Indianápolis. El catalán de 23 años pilotará durante las 14 carreras previstas en el reformado calendario el Dallara Honda dorsal 55 del equipo Dale Coyne Racing, un monoplaza muy pesado, sin dirección asistida, con mucha potencia y poca carga aerodinámica en comparación con otras categorías, pero "muy divertido de conducir". Antes de comenzar su 'conquista de América', Palou atendió a AS vía telefónica. 

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-El debut debería estar precedido de orden y calma, pero el coronavirus le ha complicado en muchos aspectos, como la odisea de los viajes...

-Sí (ríe). El viaje de vuelta a España cuando empezó todo fue peculiar. Me fui de EE UU a Costa Rica para hacer el visado ya que cerraron la embajada y el que tenía solo valía para tres meses. De no haberlo hecho ahora no habría podido regresar ya que la embajada de EE UU en Madrid sigue sin tramitarlos. Aún así he estado dos meses preocupado, cada día miraba los cambios y las maneras de llegar. Pese a tener los papeles en regla, al final sólo había una opción ya que en principio a los pilotos de coches y motos extranjeros no nos incluyeron en el decreto de la Casa Blanca para deportistas de élite. La única alternativa era volar a México, pasar 14 días de cuarentena e intentar entrar en EE UU. Y eso hice. Afortunadamente a los diez días nos llegó la autorización del Gobierno norteamericano y ya estoy aquí. He pasado incertidumbre y temor de no poder llegar a la primera carrera.

-Está en Texas y ahora queda enfrentarse al debut... que tampoco será especialmente sencillo, ¿verdad?

-Sin duda. Estoy ansioso ya que voy cumplir mi sueño y gran objetivo, pero como dices será un debut extraño: primera vez en IndyCar, primera vez en un óvalo, primera vez de noche, sin público... y llego con dos días en el coche. La única ventaja es que uno fue en esta pista de Texas. Será complicado, tenía que haber llegado con un montón de test y encima ahora está todo compactado en un día. Tengo 90 minutos de práctica con dos juegos de neumáticos. Después, dos vueltas de clasificación... y la carrera. Es difícil que salga todo bien, soy el único que no ha corrido nunca en un óvalo... pero es lo que toca. Al final son carreras y tenemos un buen coche. Estoy ilusionado y será divertido.

-¿Cómo lo ha preparado sin poder entrenar en condiciones ni siquiera el físico?

-Regular porque en España, como todos, no podía salir a la calle durante bastante tiempo y yo vivo en un piso sin jardín. Cuando ya se pudo ir a correr mejoró y luego en México y ahora en los EE UU sí estoy entrenando a tope. Respecto al simulador, he practicado pero con uno, digamos, casero. Tras Texas hay tres semanas sin carreras y las usaré como pretemporada, físicamente y con el coche. Debo acostumbrarme a todo lo nuevo. Por ejemplo, vengo de un pit stop y en óvalo haré cinco.

-El deporte está volviendo más rápìdo que la vida normal. Pese a todas las medidas adoptadas... ¿tienen algún tipo de miedo los pilotos?

-Todo el mundo está con inquietudes y pensando qué pasará en las próximas semanas, meses, años... Todos tenemos algo de miedo pero hay que seguir adelante, intentar mover todo para avanzar. En el motor si esto no empieza ya los equipos no podrán sobrevivir, ni las marcas, los patrocinadores se irán... Hay un montón de normas y protocolos de seguridad que si se cumplen es aparentemente seguro. El miedo es por la situación general no por contagiarse en la carrera. El personal que entrará es el estrictamente necesario en los equipos para poder correr, si mis padres estuvieran aquí no podrían venir a verme.

-Imagino que los ambiciosos objetivos de la temporada de debut no habrán cambiado en el confinamiento, ¿verdad?

-No han cambiado para nada. Para asentarme en la IndyCar hay que demostrar cosas desde ya. El objetivo es el mismo en las 14 carreras de 2020. Hay que empujar fuerte e ir rápido desde el principio para lograr buenos resultados. Yo no descarto nada. Por lo que he visto y cómo me he sentido en las pruebas tengo que ir a por el título de ‘rookies’ y yo tengo el pálpito que el coche está para luchar por algún podio o victoria. Todo dependerá al final de mí y de estar a la altura y preparado para aprovechar la oportunidad cuando llegue, porque estoy seguro que llegará. 2020 es un año muy importante porque se avecina una época muy difícil para todos y también por supuesto para los equipos de todas las competiciones de motor, en especial los pequeños. Sobrevivir será duro porque el presupuesto se ajusta a tpe con los patrocinadores y cualquier salida de dinero podría suponer el adiós. Por eso hacerlo bien a título personal es muy beneficioso para poder asentarme en la IndyCar