El coronavirus, una prueba para frenar el cambio climático
Alejandro Agag, el presidente de la Fórmula E, aprovecha el Día de la Tierra para escribir una carta con la que concienciar al cuidado del planeta.
"El pasado sábado las calles de París deberían haber estado llenas pero, desafortunadamente, estaban vacías". Lamentando lo que debería haber sido y no pudo ser, como nos pasa a todos en estos días que parecen sacados de una película, en este caso el ePrix de París de Fórmula E. De esta forma empieza Alejandro Agag su escrito, una carta que escribe con motivo del Día de la Tierra para reivindicar algo que la pandemia de coronavirus también nos está obligando a aprender del modo más duro posible, que hay que cuidar nuestro planeta.
No basta con saberlo, hay que actuar, cada uno cómo pueda. Agag lo ha hecho demostrando que las carreras de coches, además de emocionantes, también pueden ser sostenibles como la Fórmula E o la próxima Extreme E, y ahora reivindica que deben seguir dándose pasos en ese sentido aprovechando "una situación muy inquietante para todos" como está siendo la actual: "Tenemos el deber de mirar más allá de esta crisis y tratar de entender cómo y cuándo pueden ocurrir estos escenarios a medio y largo plazo".
"El COVID-19 sirve como prueba para cuándo debamos actuar contra el cambio climático. Ese momento es ahora", asegura el presidente del certamen eléctrico, que se explica: "¿Por qué el clima es relevante en esta crisis? Primero, porque el mayor riesgo de nuestro tiempo para la salud es la contaminación del aire, que también nos hace menos resistentes a las infecciones respiratorias. Y segundo, porque los científicos advierten que un aumento incontrolado de las emisiones de gases de efecto invernadero conducirá a eventos climáticos más extremos".
Es por eso que Agag apunta que "si no actuamos, los desastres naturales pueden hacer que los bloqueos públicos sean más frecuentes, lo que llevaría al final de la vida normal tal y como la conocemos, incluido el deporte". Pero también es optimista y cree que, "como ha demostrado la respuesta humana a esta crisis, no es muy tarde para marcar la diferencia": "La dramática reducción de la contaminación en China, y en todas nuestras ciudades europeas, muestra que no es demasiado tarde para cambiar de rumbo colectivamente".
Para conseguirlo, el español señala dos aspectos importantes: "La evolución tecnológica, que va a ser esencial para hacer que la lucha contra el cambio climático sea compatible con un crecimiento económico sostenible y equilibrado, […] y una opinión pública atenta, que se está involucrando cada vez más activamente en la sensibilización sobre el tema". Y Agag cierra así su mensaje: "Debemos hacer todo lo posible para garantizar que esto no vuelva a pasar. Hoy es el Día de la Tierra, pero debería ser todos los días. El trabajo debe empezar ahora".