MOTOGP I ARÓN CANET
"Me hice una foto y al apretar el abdomen me dio un amarillo"
Arón Canet repasó en los micrófonos de 'Radioestadio del Motor' los enormes sacrificios alimenticios que tuvo que superar en Moto3 para intentar ser campeón.
"Un nutricionista me dijo que podía estar cinco días en coma". Esta es algunas de las múltiples arduas confesiones que Arón Canet realizó este pasado domingo en los micrófonos de 'Radioestadio del Motor' para precisar los enormes sacrificios alimenticios que tuvo que superar la temporada pasada en el Mundial de Moto3 para intentar cumplir su gran sueño: ser campeón del mundo.
"Sólo pensaba en comer, comer y comer. Me levantaba a las 06:00 de la mañana, me tomaba un café y me iba a entrenar en ayunas. Lo pasaba muy mal. No llegué a tener depresión, porque al final lo que hacía es que por ejemplo iba al Mercadona, me compraba una tableta grande de Milka o de chocolate. Y lo que hacía era coger la bolsa de basura, masticaba la tableta y la escupía. Masticaba y escupía. Para que se me quedara el sabor en la boca y así engaña al cuerpo. Porque era como si me lo comiera en realidad", comenzó a relatar Canet sobre la estricta dieta que tuvo que realizar para intentar rebajar su peso hasta los 61 o 62 kilogramos.
Un martirio, que se podría calificar como infernal, que tuvo su final en el Gran Premio de Alemania 2019. En Sachsenring, Arón Canet sufrió un desmayo en su motorhome el jueves al mediodía tras salir a correr por el circuito que provocó un gran enfado entre los miembros del Sterilgarda Max Racing Team, tomando Max Biaggi la decisión final de ordenarle parar: "En Sachsenring recuerdo que el jueves salí a correr. Había tomado un café. Antes de salir a correr, que siempre lo hago al mediodía, en pleno mes de julio, me hice espinacas pesadas al gramo y me partí dos trozos por la mitad de una cebolla para hacerla a la plancha. Literalmente. Me fui a correr y cuando volví al box, me entró un amarillo. Un amarillo porque estaba muy muy definido y le dije a un mecánico: 'Hazme una foto'. No había bebido agua aún y a la que hice un poco de fuerza para apretar el abdomen, me tuvo que coger porque me caía. Tras esto, mi técnico del equipo me echó una bronca del copón porque me iba a subir a la moto, me iba a pegar una hostia y hacer mucho daño. Y después es cuando llaman a Max Biaggi y al contarle la situación, me dice que pare y empiece a hacer la dieta que yo quiera. A partir de este momento es cuando comienzo a hacer los períodos intermitentes. Pero he llegado a pesarme hasta nueve y diez veces al día al lado de Max cuando lo recomendable es pesarte tres veces a la semana".
"Me ha sentado muy bien el cambio de categoría. Estos kilos de más no están pagados", admitió Canet nada más aterrizar en Losail para compartir la satisfacción por el ascenso a Moto2 de la mano del Aspar y no estar teniendo que hacer cosas extremas para ser competitivo. Y es que a veces, la felicidad está en las pequeñas cosas de la vida. Como comer.