EL DAKAR A PRIMERA VISTA

Que no te digan que los sueños no se cumplen

La visión más personal del enviado especial de AS al mítico raid que este año estrena ubicación y se celebra en Arabia Saudí.

Después de trece días de un lado para otro en el desierto, me van a permitir escribir por una vez en primera persona. Una excepción para poder contarles algo con total sinceridad. Yo no sería el enviado especial de AS en este Dakar si no fuese por Alonso. Desde que lo recuerdo, siempre quise ser periodista deportivo, pero tengan por seguro que no estaría trabajando en una sección de Motor como esta si no fuese por el asturiano.

Gracias a él soy un apasionado de las carreras. Fui uno de tantos que creció viéndole ganar en Fórmula 1, que celebraba sus victorias como un loco y sufría sus desgracias como si tu equipo de fútbol perdiera la final de la Champions. Fernando creó afición en ese minoritario deporte en España y yo era parte de ella. Por eso, poder estar en Arabia informando de una de las mayores aventuras de su trayectoria es más que un placer, es un sueño cumplido.

Mi yo adolescente se quedaría de piedra si le contase que iba a trabajar en el periódico que siempre leía en casa y que iba a estar cerca de su ídolo para contar su historia. Y también de toda una leyenda como Carlos Sainz. Ahora, el periodista va antes que el aficionado, y ser objetivo es la regla número uno, pero esto es igualmente un lujo, un privilegio que solo puedes disfrutar al máximo. Que nadie les diga que los sueños no se cumplen…

 

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