"El objetivo es ganarme la renovación con Honda en 2020"
Álex Márquez, el campeón de Moto2, ya piensa en su estreno en MotoGP. “Un podio ya lo firmo para la primera temporada”, dice antes de marcarse “el top ocho” como meta realista.
Ya está dicho por activa y por pasiva que Álex Márquez es mucho más que el hermano de Marc Márquez. Tanto es así que este año se ha proclamado bicampeón del mundo, con el título de Moto2, pero ya piensa cien por cien en su estreno en MotoGP como sustituto de Jorge Lorenzo en el Repsol Honda y nuevo compañero del campeón. El primer objetivo lo tiene claro: ganarse la renovación en un año en el que todos los pilotos terminan contrato.
-Anoche soñé que hacía podio en su primera carerra…
-(Risas). ¡Qué mentiroso que eres, Mela!
-¡Qué va! Pero era un sueño raro, porque ganaba la carrera Barberá, hacía segundo Pedrosa a pesar de sufrir una caída y su hermano Marc terminaba cuarto detrás de usted.
-Entonces el sueño no era muy real, porque hay dos que ya no están, Barberá y Pedrosa, pero firmamos igualmente. No pasa nada. Era un sueño bonito en cualquier caso.
-¿Se ve peleando por el podio de MotoGP en su estreno, en alguna carrera, o eso es mucho pedir?
-No lo sé. Es que no puedo decir ahora mismo qué pasará. De momento, estoy lejos. Me he sentido más cerca cada día en los test, dando pasos, sobre todo a nivel de ritmo, con neumático usado y en intentar entender cómo va esta moto o cómo hay que adaptarse a ella, porque en carrera cambia mucho. Está claro que un podio ya lo firmo para la primera temporada y que sería algo bonito, pero primero me quiero centrar en la pretemporada, sin presión. Me quiero centrar en mi trabajo, poco a poco, y el último día del test de Qatar podré decirle si estamos cerca, lejos o muy lejos del podio.
-Dice que un podio lo firmaba, pero ¿cuál sería el resultado a final de temporada con el que cumpliría su objetivo?
-Estar dentro del top ocho del campeonato, más o menos, creo que sería positivo y digno de una primera temporada. Luego siempre es bonito ser el rookie de la temporada y tener que ir a la gala de la FIM y esas cosas. Un top ocho estaría bien.
-Cuente la intrahistoria del fichaje por el Repsol Honda.
-(Sonríe). Yo dije que no sabía nada y era verdad.
-No me creo que supiese del salto definitivo a MotoGP el lunes por la tarde, coincidiendo con el comunicado oficial.
-No, el lunes no fue. El domingo es cuando lo supe.
-¿Cuándo y quién se lo dijo?
-Fue el domingo, después de la carrera de MotoGP. Allí las decisiones van lentas, porque hace falta el OK de Japón y el cambio de horario supone que vaya más lento. El que me lo dice es Emilio (Alzamora) en la oficina de Marc.
-Siga, siga.
-Entré, me senté y le pregunté qué pasaba con esta historia. Ya se lo había dicho un poco el sábado y ahí él me dijo que sabía lo mismo que yo, que estaban valorando la opción, pero que no se sabía bien, bien lo que iba a pasar. Y ya el domingo me dijo: “Honda te quiere. ¿Tú quieres?”. Ahí le dije que sí, y me respondió: “A ver, ponte en situación, porque es una moto que dicen que es complicada y lo que conlleva detrás todo eso”. Y le dije que sí, que sí y que sí, que estaba preparado para el reto y que ya podía ir a decirles que sí, no fuera a ser que se lo replantearan. (Sonríe). Yo me sentía preparado, y luego ya vino el lunes una reunión con Alberto Puig (team principal del Repsol Honda) y Kuwata San (director de HRC). Yo el domingo me fui a dormir sólo con la conversación con Emilio y sin tener nada firmado. Emilio me decía que ya estaba, pero nadie de Honda me lo había dicho aún directamente…
-¿Y cuándo llega la firma?
-El lunes por la tarde. Firmé media hora antes de que saliera el comunicado oficial. Por la mañana ya había tenido esa reunión con Puig y Kuwata, lo que me vino muy bien, porque yo llegué al circuito sin saberlo aún seguro.
-¿Qué ha influido más para que Honda le fichara: el título de Moto2, ser el hermano de Marc o las dos cosas?
-Yo creo que, seguro, ser campeón del mundo de Moto2. Sin eso, mi nombre ni se lo hubieran planteado. Había más inconvenientes que ventajas por ser el hermano de Marc, por el miedo a no descentrarle. Honda me dijo que tendría de compañero a Marc y que él mirará por lo suyo, y yo tengo claro que así es como debe de ser en el box.
-¿Le da la sensación de que tiene que correr siempre con una mochila de presión extra por ser el hermano de Marc?
-Sí, de tener quizás que demostrar más, o más rápido que otros, o que se me cuestione más. Pero es algo con lo que con el tiempo he ido aprendiendo a convivir, porque al principio me costaba, cuando eres más joven cuesta asimilar todo lo que la gente dice. He aprendido a convivir con ello y es algo que ya ni me molesta, me es indiferente. Está claro que tendré presión, pero me quedo con la tranquilidad que me han transmitido desde el primer momento Puig, Kuwata san y todo Honda. Me han dicho: “Estás aquí, estás en el mejor equipo en el que podías estar, con la mejor oportunidad, pero tranquilo, los pasos los vas a dar de manera natural, no te fuerces a nada”. Es una oportunidad que sé qué conlleva, toda la presión. Al final ser piloto de MotoGP conlleva todo eso, pero más si estás en un equipo como el Repsol Honda. Es una oportunidad que sólo te llega una vez en la vida. Cuando dije que sí me daba igual la presión, la mediática o la que sea, sólo pienso en intentar aprovechar la oportunidad y en aprender. Es lo mejor.
-¿A quién van a animar más su padre y su madre?
-Hombre, creo que al pequeño, ¿no? (Risas).
-¿Y los amigos comunes?
-Mis primos están muy preocupados con esto, pero en plan de broma. Preguntan que si llegamos juntos al final de carrera ellos a quién van a tener que animar. Pero es de cachondeo y para bromas. Ojalá se dé esa situación.
-Durante el año hablamos de que su madre me aseguraba que, si un día coincidían sus dos hijos en MotoGP, el mayor dejaría ganar al pequeño. ¿Eso es posible?
-Improbable. Eso es improbable. A Marc no le gusta perder ni a las canicas, así que cómo me va a dejar ganar a mí una carrera de MotoGP o un título. Jamás haría algo así. Marc es un depredador. Quiere ganar siempre.
-¿Cómo fue compartir box con él en el test de Jerez?
-Compartir con él box fue algo muy normal, porque cada uno tiene su espacio y casi ni lo veía. Estábamos centrados en lo nuestro y todo fue normal, mucho más normal de lo que yo esperaba personalmente. La primera vez había un poco de nervios, porque conozco mucho a su equipo y hay buena relación, pero cada uno centrado y todo mucho más normal de lo que me esperaba.
-¿Y cómo es compartir pista con los monstruos de MotoGP?
-Cuando me pasaba uno de estos, a intentar siempre aprender. Me pasaron Maverick, Marc, Valentino o Quartararo y yo intentaba aprender de todos algo. Y luego tener la telemetría de Marc y de Cal (Crutchlow) ayuda a intentar sacar el máximo y ver qué cosas hacen bien.
-El año que viene va a haber mucho movimiento de mercado. ¿Cuánto tiempo le da Honda para saber si le renuevan por más años?
-Eso no lo sé. Es decisión de Honda. Está claro que es el equipo con más historia y el equipo campeón del mundo, así que vamos a tener que ver cómo evoluciona todo.
-¿Sería muy frustrante irse después de un año?
-Bueno, mi objetivo es hacerlo bien desde el principio para intentar ganarme la renovación. Es mi sueño estar aquí y voy a hacer todo lo posible por ganarme la renovación. De momento, me ha ido mucho mejor de lo que esperaba en los test y hasta Emilio está contento. El tiempo que hice en Jerez no estuvo muy lejos y eso que no pude meter el neumático nuevo, porque las dos veces que iba a hacerlo se puso a llover. Con él me habría quedado más cerca.
-Por cierto, menudo marrón la caída de Valencia, en la octava vuelta de su estreno...
-Tierra trágame. Con todo el mundo pendiente de mí me fui al suelo, pero al final son cosas que pasan.
-Le deseo mucha suerte.
-Gracias. Lo daré todo.