"He pasado de no ser nadie a que me reconozcan en aeropuertos"
Tras convertirse en uno de los protagonistas de MotoGP, Quartararo califica su primer año: "Me pongo un ocho, los puntos que faltan son por mis errores".
Se hizo con el asiento del Petronas in extremis y sintió la presión de todo un público que esperaba impaciente descubrir de qué era capaz Fabio Quartararo sobre una MotoGP. Con una trayectoria en la que tan sólo había dejado algún que otro destello de talento, el papel del francés en la categoría reina presentaba muchas incógnitas y sin embargo todas se resolvieron durante un curso que terminó con 'El Diablo' en la quinta posición de la tabla.
El rookie se convirtió en revelación y tal fue su irrupción que no sólo se codeó con la zona media de la parrilla, sino que fue capaz de concluir el año luchando de tú a tú frente al campeonísimo Márquez. ¿Una temporada de diez para un novato? No, "de ocho". "Los dos puntos que faltan son por mis errores, pero necesitaba cometerlos para aprender de cara al futuro", argumenta Quartararo, cuando habla sobre un curso en el que ha pasado a ser la niña bonita para todas las escuderías del 'paddock'.
No es para menos ya que presenta la personalidad del campeón, siempre inconformista, a la par que se muestra satisfecho de cómo ha sido su rendimiento al manillar de la M1: "Estoy muy orgulloso de toda la segunda mitad, cuando estuve luchando por el podio en la mayoría de carreras, pero el objetivo para 2020 es estar siempre en esa lucha". Para conseguirlo tendrá en cuenta las caídas en Phillip Island, Sachsenring y Silverstone, pero también los duelos de última vuelta en San Marino y Tailandia que perdió a favor de Márquez.
Ese ha sido su gran lastre a lo largo de una temporada que ha terminado con siete podios (cinco segundos y dos terceros), pero sin el premio de la victoria. Sin embargo, junto a una montura que "quizás sea la más familiar para un rookie", la Yamaha le dio la posibilidad de convertirle en uno de los aspirantes llamados a relevar a Marc. Y tanto ha sonado su nombre que en tan sólo un año ha pasado "de no ser nadie" a ser reconocido "en la calle o en los aeropuertos". Pero Fabio quiere "seguir siendo como antes", quiere seguir siendo el que aspira a reemplazar a un octacampeón.