La 'decadencia' del rey Hamilton
Está en cifras de récord, pero ha dado un paso atrás en su punto fuerte, la clasificación. Leclerc y Bottas suman más poles que el hexacampeón.
Cuentan los que mejor conocen a Lewis Hamilton en el ‘paddock’ de la F1 que su mejor nivel de siempre tuvo como clímax 2018, ganando a Vettel y a Ferrari con un monoplaza que no estaba tan diferenciado, pero que ya en 2019 ha comenzado su decadencia como piloto. Con 83 victorias y 87 poles en 248 grandes premios y sobre todo, con seis títulos en la vitrina, el campeón británico afronta el final de su carrera (tiene 34 años) con la ambición de igualar y superar al mito de Schumacher para convertirse, estadísticamente, en el mejor de todos los tiempos. Tiene fuerzas de sobra para igualarle en 2020, Mercedes mediante, y disponer de un asalto para superarlo si en 2021 su escudería sigue al frente de la parrilla.
La realidad es que los números no justifican esa decadencia. En 2019, Lewis presumiblemente acabará con más puntos aún que el año anterior. Suma 381 y tiene tiempo para coger los 408 del curso pasado, cifra récord en la Fórmula 1. Ganó entre nueve y once carreras en los años de títulos y en esta temporada suma diez con dos grandes premios aún por disputarse, así que hay bolas de partido para superar el tope histórico.
Sólo hay un apartado en el que sí se refleja ese teórico paso atrás: las clasificaciones. En la era híbrida, salvo por las siete poles de 2014, sumó 11, 12, 11 y 11 entre 2015 y 2018, más de la mitad del Mundial encabezando las parrillas. Este año se queda sólo con cuatro y está por detrás de Leclerc (seis) y su compañero, Bottas (cinco). Las otras fueron a parar a Verstappen (dos) y Vettel (dos). Las clasificaciones están más que repartidas esta temporada cuando, curiosamente, fueron dominadas por el campeón británico en el pasado. No en vano, es el piloto con más poles de la historia de la Fórmula 1 por delante de Senna y Schumacher.
Hamilton tiene contrato con Mercedes para 2020 y aún debe renovar su presencia en 2021, con el cambio reglamentario que puede comprimir la parrilla y limitar las diferencias entre monoplazas. Para entonces, la rumorología del ‘paddock’ le acerca a Ferrari, sueño de cualquier piloto, aunque tanto él como Toto Wolff han dado a entender que su futuro será en la casa alemana o no será. Durante toda su carrera ha corrido con un motor Mercedes, ya sea en McLaren o en el equipo oficial, y han sido garantía de éxito. Quizás sea la única forma de plantar cara al Kaiser y compensar esa decadencia, lógica, del paso de los años.