Crivillé pide "respeto eterno" para Rossi en plena sequía
Se cumplen 10 años del último título de Valentino en medio de una racha de 43 carreras sin ganar y el bicampeón dice que "se merece hacer lo que él quiera".
No corren buenos tiempos para Valentino Rossi en MotoGP, pero él no ceja en su empeño a sus 40 años. El viernes se cumplieron diez de la consecución de su último título, el noveno en total y el séptimo en la clase reina, tras una carrera en la que fue tercero en Malasia, por detrás de Stoner y Pedrosa. El aniversario le ha cogido en el GP de Australia, donde se esforzará una vez más por acabar con una sequía de victorias que ya va por 43 carreras consecutivas sin ganar, lo que le hace estar a una de la peor racha de su historia sin triunfos.
El periodo actual comenzó en Alemania 2017, la cita siguiente a la de su última victoria en GP hasta el momento. Fue en el circuito de Assen, la número 115 de su impresionante historial y desde entonces ha firmado cuatro segundos puestos y cinco terceros al manillar de su Yamaha. El día que más cerca estuvo de volver a ganar en este periodo fue en la carrera de este año en Texas cuando, tras la inesperada caída de Márquez mientras lideraba, la victoria quedó reducida a un duelo entre él y Rins, que hasta ese momento no había ganado nunca en MotoGP y que se las apañó para deshacerse del italiano. Allí se invirtieron los papeles a los que El Doctor nos tenía acostumbrados, porque le dejó tirar para estudiarle y plantarle luego a pocas vueltas del final.
La anterior sequía de victorias del italiano se prolongó durante 44 carreras y transcurrió entre Australia 2010, la siguiente después de su triunfo en Malasia 2010, y Holanda 2013. Entonces tuvo mucho que ver su funesto pasado por Ducati en las temporadas 2011 y 2012, una fábrica con la que sólo subió tres veces al podio, con un tercero y dos segundos. En su regreso a Yamaha, volvió a la senda de la victoria en la séptima carrera de 2013, la única que logró ese año.
Ahora se esfuerza por volver por sus fueros y en detalles como el cambio de jefe de mecánicos para el próximo curso, David Muñoz por Silvano Galbusera, demuestra que sigue dándole vueltas a la forma de reecontrar la senda de la victoria. También ha lamentado la pérdida de Zarco como piloto de pruebas de Yamaha, algo que parecía cerca de cerrarse. Sigue logrando ser la referencia a nivel técnico para Yamaha, por más que Maverick logre sistemáticamente mejores resultados que él en carrera (9-6 en enfrentamientos parciales y cuarto contra séptimo en la general, con 31 puntos a favor del español). Y la irrupción estelar de Quartararo con la M1, lejos de hundirle, le anima aún más para seguir intentándolo. Así que, como dice el bueno de Álex Crivillé, que aquí está recordando el vigésimo aniversario de su título de 500cc, lo que se cumplió el jueves,“respeto eterno para Rossi”.
El primer campeón español de la clase reina se explaya sobre la situación del italiano. Para Crivi, “estando bien físicamente es difícil retirarse. Vale está bien, disfruta de este mundo y sabe que llegará un momento en el que se tendrá que retirar, pero es difícil decir ya. Si estás bien físicamente y andas en la pomada, tiene que costar muchísimo decir adiós. En mi caso no costó, porque fue un adiós obligatorio por problemas físicos. Otros se retiran también por lesiones, pero no es fácil la retirada como un mega crack como es él y, en cualquier caso, se merece respeto eterno”.
Sobre la prolongada sequía de victorias del #46, el bicampeón cree que “un piloto siempre confía en sí mismo y espera que lleguen resultados, así que nunca tiras la toalla, aunque sepas que es difícil. Vale, en su fuero interno, piensa que todavía puede intentarlo, y por qué no hacerlo. Hay que ser conscientes de que teniendo a Márquez ahí es muy difícil ganar, pero… Lo que ha hecho está ahí y se merece hacer lo que quiera. Puede retirarse cuando le dé la gana, cuando él diga basta. No hay más que ver lo que ha conseguido y lo que mueve para entenderlo”. Palabra de un campeón sobre otro campeón.