Sainz no puede con De Villiers y Alonso termina su gran test
El sudafricano, y su copiloto Álex Haro, ganan el rally al madrileño, que tuvo problemas antes de la meta. Fernando, a 10 minutos de Ten Brinke, el mejor del día.
Está acostumbrado a acaparar la atención allí a donde va, a estar rodeado continuamente de focos y micrófonos, a llevarse todos los titulares. Pero esta vez, en Marruecos, Alonso se ha visto obligado a compartir protagonismo con otro español. Hay que ser muy bueno para hacer algo así o, directamente, ser Carlos Sainz. Cuando todos estaban pendientes de ver cómo le iba a Fernando en su primera gran competición en raids, llega el madrileño con su Mini y se planta el último día con dos victorias de etapa y la opción de llevarse el rally.
No lo tenía fácil. Por delante estaba el Toyota de De Villiers, todo un maestro de las dunas del que Alonso seguro que ha aprendido numerosas lecciones. 4:42 era la renta que debía recortar Sainz para proclamarse campeón y en la jornada con menos kilómetros cronometrados de toda la competición. Una etapa de 456 km que unía Erfoud con Fez, pero solo con una especial de 168. Lo demás, enlaces. Así que el madrileño tenía que dar el todo por el todo cuando el tiempo empezase a contar de verdad.
Las dos primeras referencias fueron favorables para Carlos. Las pasó con mejores registros que su rival sudafricano y le llegó a recortar 37 segundos. No era suficiente, había que ir a por más. Sin embargo, la tendencia cambió a partir de ahí y en el siguiente punto de control Giniel era el que tomaba la delantera en el duelo por el rally. Primero fueron 16 segundos, luego, 26 y al final el de Toyota cruzó la meta con 13 minutos después de que Sainz tuviese un problema que le hizo detenerse en los últimos kilómetros.
De Villiers era el vencedor en Marruecos, y junto a él un español, su copiloto Álex Haro. Sainz se quedó sin ganar esta prueba del norte de África, pero puede irse con la conciencia muy tranquila sabiendo que su nivel es el idóneo para pelear por otro Dakar. Y eso, al fin y al cabo, es para lo que estaba allí, para prepararse para lo gordo, igual que todos, igual que Alonso. En el punto de mira del asturiano no estaban los resultados, sino las sensaciones con las que acabaría su primera gran competición con el Toyota y Coma a su lado.
Por eso, todo esto va más allá de los diez minutos que perdió el último día con Ten Brinke (ganador de la etapa) o de las más de 70 horas totales tras su sanción. Va de aprender a competir en una nueva disciplina, de saber sobrevivir a los terrenos más salvajes que puede haber en un desierto, y se ha llevado una lección tras otra: la de los pinchazos, la de los casi 400 km de especial en un día, la de la zanja, la de las dificultades de navegación… Y, al final, llegó a meta, algo que no pudo decir ni Al Attiyah, el gran favorito. Ahora, le toca decidir. ¿Rumbo al Dakar?
Price se lleva la etapa, Short el rally y Barreda acaba en el podio
De una forma o de otra, Barreda ha tenido su dosis de protagonismo durante las jornadas de motos. A la última salía a 5:11 del líder Short en la cuarta posición de la general, una distancia que si habláramos de coches no parecería tanta, pero en las motos todo está mucho más apretado. Aun así, el valenciano volvió a codearse con los mejores en cada tramo de la especial que cerraba el Rally de Marruecos, pero no pudo con el ritmo que impuso Toby Price y acabó segundo a casi tres minutos. Eso sí, tuvo recompensa: acabar en el podio como tercero.
El australiano de KTM sumo así su segunda victoria, el único en repetirla en los cinco días de competición, pero el campeón fue otro, el mismo que salía con la vitola de favorito desde el liderato: Short. Al americano le valía con tener controlado a Quintanilla, que era su máximo rival al estar a solo 35 segundos, y eso es lo que hizo. Pese a que acabó quinto a más de cinco minutos de Price, mantuvo al chileno a raya casi un minuto por detrás para llevarse su primera victoria en una prueba del Mundial de Cross-Country de la FIA.