Lorenzo: "Lo que trabajamos en Japón sigue en pie para 2020"
El balear ratifica su compromiso con Honda y confía en que los nipones lleven a cabo las adaptaciones que pidió para encontrar el 'feeling' con la moto.
Ni Jorge Lorenzo ni Honda estaban contentos. Mucho menos los japoneses, después de los contactos que el balear mantuvo con Ducati con vistas a romper su contrato junto a ellos para la próxima temporada. Se traicionó la confianza, eso tan difícil de tener, pero a partir del GP de Gran Bretaña se hizo la vista gorda y de nuevo se volvió a ligar al tricampeón y la estructura del ala dorada hasta 2021, cumpliendo ambas partes con el contrato que firmaron antes de que comenzase el curso. Volvía a haber compromiso y la vez, también volvió la necesidad de trabajar para un piloto que sigue buscando su mejor versión junto a la RC213V.
Los pequeños pasos que había dado Jorge en su proceso de adaptación antes de que llegasen las vacaciones, se desvanecieron de golpe en Holanda. El balear, que viajó hasta Japón a finales de mayo después de haber sumado 19 de los 23 puntos que acumula actualmente para encontrar soluciones, esperaba con ganas la cita neerlandesa para saber el resultado de unas jornadas "productivas". "A ver si en Assen podemos utilizarlas (las mejoras)", decía… hasta que se encontró con el asfalto y una lesión en dos vértebras que le tuvo apartado de los circuitos los siguientes cuatro fines de semanas.
Lorenzo mostró la cara de un piloto sobrepasado por tanta ambición como frustración al manillar de la Honda. Su lesión era el culmen de un año marcado por unas negativas que, para la próxima temporada, ya se ven de forma más positiva. ¿Por qué? Porque el compromiso con los japoneses es más fuerte que nunca y sus ganas por mejorar siguen intactas. Su viaje al cuartel general de HRC le ayudó a mejorar ergonómicamente y "todo lo que se trabajó en Japón sigue en pie para la moto del año que viene", le confirmó el balear a Motorsport.
Si bien le faltó algo de sinceridad para hablar sobre su situación junto a la estructura del ala dorada, ahora Lorenzo es honesto y sabe que tiene deficiencias que trabajar. Al balear le gustaría que la Honda fuese suave como una Yamaha pero, ante lo imposible, el tricampeón se camufla en su pasado. En él demostró junto a Ducati que pese a remar contracorriente sus virtudes le pueden permitir encontrar el rumbo y remar en la misma dirección que una estructura que trabajará en el chasis para la próxima temporada. Puede que ahí esté la clave. Aunque quizás la tenga el propio Jorge y la esté buscando fuera…