La Fórmula E quiere terminar con las chicanes estrechas

Del semáforo a la bandera roja. Así arranco el ePrix de Suiza después de que los pilotos de la Fórmula E se encontrasen con una chicane demasiado estrecha para el tráfico que generan los primeros metros de una prueba. La primera curva de Berna se convirtió en un embudo del que nadie podía escapar y después de las quejas que mostraron los pilotos a la organización, tanto el campeonato como la FIA se han puesto manos a la obra para encontrar el mejor remedio a este problema.

En aquel momento, "no había un lugar mejor para colocar la parrilla", aseguraba Scot Elkins, directos de carrera, a Autosport. Los organizadores buscaron la mejor solución y después de haber comprobado que no era la que se tomó en su momento, ahora trabajan para suprimirlas, al menos, en la primera curva de cada carrera: "Que esté ahí es una idea muy mala, trabajamos de forma exhaustiva para que la próxima temporada no haya chicanes como esa".

Sólo como esa. Porque el resto de trazado quieren que siga conservando la esencia de un urbano: chicanes y curvas estrechas de las que salen rozando el muro. Puro espectáculo. Y es que tras una larga trayectoria de los monoplazas en este tipo de pistas, la Fórmula E no encuentra motivos para cambiar al completo. "El problema ha sido el diseño de los circuitos, todo depende de la configuración del 'pit lane" y una vez se homologue su situación, lo siguiente es crear un recorrido con el que poder seguir divirtiendo. Veremos de qué forma a partir de la próxima temporada…