¿Por qué jubilan las horquillas de aluminio por las de carbono?
Con el cambio en la M1 de Quartararo, todos llevan de carbono (18 Öhlins y 4 WP) y Juan Martínez, director general de Andreani MHS, explica la razón.
Fabio Quartararo ha montado en el primer libre del GP de Austria la horquilla de carbono en su Yamaha M1, con lo que deja atrás la de aluminio y está ya a la par técnicamente en este aspecto como el resto de las Yamaha y como el resto de la parrilla. Así, son 18 motos las que montan los prototipos Öhlins de carbono y cuatro las de WP, marca de la que es propietaria KTM, con unos precios que oscilan sobre los 27.000 euros. En ninguno de los dos casos están a la venta para las motos de calle, y las de las SBK montan de aluminio con un tope máximo de 10.000 euros por reglamento.
Para responder a la pregunta de ¿por qué MotoGP ha jubilado las horquillas de aluminio por las de carbono?, As ha recurrido a Juan Martínez, director general de Andreani MHS, especialistas en suspensiones y ex técnico y jefe de mecánicos de prestigio en el Mundial. El catalán empieza diciendo que "las horquillas de carbono aparecieron hace dos años. Siempre que cambias la rigidez intentas aplicar fuerza diferente a los neumáticos. Dovizioso se quejaba de que no cerraba la moto en los virajes". Y añade: "Hay niveles de rigidez en momentos diferentes. Para la frenada, la rigidez se gana con un aumento del diámetro de las barras, pero eso provoca un aumento de peso, por eso se trabaja con carbono. Las capas exteriores de la horquilla son de carbono, que es un material ligero pero rígido por como trenza el material, y las partes interiores son metálicas, que se trabajan con tratamientos para mejorar el deslizamiento y que no hay fricciones".
Martínez aclara que "el aumento del diámetro de la horquilla ha mejorado la rigidez, pero en contraposición, se ha trabajado también la reducción de la rigidez de las punteras de las horquillas, que es por donde pasa el eje y están ancladas las pinzas de freno. Se ha reducido rigidez en ese punto por lo que pedía Dovi, porque de lo contrario se puede perder la flexión lateral".
Este comentarista de DAZN lo explica para todos los públicos y hace un resumen final fácil de entender: "En resumen, se recurre al carbono para cambiar la rigidez de las horquillas. Para favorecer la estabilidad en la frenada se aumenta la rigidez, aumentando la dimensión de los tubos, y reduciendo la rigidez de las punteras favoreces cuando afectan las fuerzas laterales que haya más agarre y pueda girar la moto".
Larga vida a las horquillas de carbono, que ojalá algún día lleguen a la calle a un precio razonable, aunque parece complicado porque en MotoGP a los equipos se las cobran muy caras, tanto que les cuesta mucho decirlo...