Joan Mir: “No es demasiado decir que pienso en un podio”
“Es bastante caro, porque todo el mundo lo quiere y lo busca. Serían palabras mayores, pero no descarto nada”, asegura el novato.
Joan Mir ha firmado con el quinto puesto en Assen su mejor clasificación para la parrilla de MotoGP. Está satisfecho y, ya puestos, no descarta mejorar el sexto de Montmeló e intentar el podio.
-Enhorabuena por lograr su mejor posición en la parrilla.
-Gracias. Estoy muy contento. Este fin de semana nos merecemos un buen resultado. Después de las pasadas carreras, antes de Montmeló, en las que no salían los resultados, parece que se está poniendo la cosa de cara. Se nos ve más en todos los entrenos, en el top seis o top siete, y he entrado directo a la Q2 por los pelos.
-Diría que de milagro, por la cancelación de la vuelta de Rossi. ¿Cuándo se ha enterado?
-Estaba un poco decepcionado, porque he estado todo el FP3 en puestos de Q2 y en la última salida se han puesto unos cuantos en fila, lo que son unas décimas de más. Yo con una décima me metía cuarto y de repente estaba undécimo, pero al ver lo de Rossi me he salvado y he entrado décimo.
-¿Qué ha cambiado en las calificaciones?
-Todavía sufrimos. Aquí lo hemos podido solucionar y nos hemos sentido muy bien con gomas nuevas, pero todavía falta algo más a una vuelta, porque las Yamaha son muy rápidas, y parece que también tienen algo más de ritmo.
-¿Qué espera para la carrera?
-La verdad es que no lo sé, porque salgo quinto y con buen ritmo. Espero estar ahí, en el meollo.
-¿Podría ser el momento de pensar en su primer podio o eso es pensar demasiado?
-No es demasiado decir que pienso en un podio, porque tenemos buen ritmo. Está claro que un podio en MotoGP es bastante caro, porque todo el mundo lo quiere y lo busca. Serían palabras mayores, pero no descarto nada. A ver si en las últimas vueltas puedo hacer algo al estilo Moto3 y guay.
-Hay dos novatos entre los cinco primeros. ¿Cómo es posible?
-No lo sé, porque el campeón del mundo de Moto2 del año pasado está sufriendo, pero lo que está claro es que la nueva generación aprieta.