NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MOTOGP | GP DE HOLANDA

El calvario de Aleix para llegar a Assen y también estando en él

“Esperaba estar un poco mejor, pero es un circuito con muchos cambios de dirección y, cuando inclino por el lado izquierdo me duele muchísimo y no tengo fuerza”, dice.

AssenActualizado a
Aleix Espargaró en Assen.
Mela Chércoles

Dicho está por activa y por pasiva que los pilotos son de otra pasta, que son más resistentes al dolor que el resto de los mortales y que muestran una capacidad de recuperación ante las lesiones que acortan plazos de manera increíble. El último caso es Aleix Espargaró, al que su compañero Badley Smith, sin querer, le hizo una buena avería en Montmeló, con una micro rotura en el fémur izquierdo, un toque en la tibia y el ligamento sensiblemente afectado. El piloto de Aprilia ha pasado por un calvario para llegar hasta la cita de Assen, pero continúa una vez ya en el trazado holandés.

“La verdad es que esperaba estar un poco mejor. El jueves tenía mejores sensaciones, pero es un circuito con muchos cambios de dirección y, cuando inclino por el lado izquierdo me duele muchísimo el ligamento y no tengo fuerza. No puedo mover bien la moto y me duele mucho. Espero que vaya a mejor”, dijo al bajarse de su moto el viernes, en una jornada en la que además tuvo una caída, felizmente sin consecuencias: “He sufrido una caída en una curva de izquierdas, de las más lentos del circuito afortunadamente, y ha sido culpa mía, porque no he inclinado lo suficiente al quedarse pillada la pierna y se me ha bloqueado de delante”.

Antes de empezar a rodar, era más optimista y aseguraba que “en ningún momento te planteas si vas a poder correr o no sino que te dices que correrás seguro al cien por cien. Otra cosa es que luego puedas. He hecho todo lo que he podido por llegar bien. Me encuentro bien. Nunca había sido tan bueno en una semana. He hecho tres horas diarias de Indiva, cuatro o cinco de magneto y hielo. Mi fisio ha vivido en mi casa los últimos diez días. Me he sorprendido a mí mismo y en los últimos tres días he empezado a hacer bici y movilidad. Aparte del ligamento lateral, por el que me duelen los movimientos laterales y no me sostiene muy bien la rodilla, para todo lo demás tengo fuerza y no me duele”.

Para quién no sepa lo que es la Indiva, Aleix aclara que “es una máquina que, cuando tienes dolor muscular y un edema óseo con mucha inflamación, que no puedes tocar ni manipular, la Indiva te da la frecuencia para que baje el edema óseo y los ligamentos vuelvan al sitio. Es una máquina milagrosa”.

El que estaba desolado por lo ocurrido es Smith y el de Granollers le disculpa: “Son carreras. Obviamente, lo último que querría él, por su propio interés, es cargarse a su jefe de filas, porque el equipo de test trabaja para el piloto oficial y, si te lo cargas, pierdes puntos para renovar. Es algo que puede pasar y no lo hizo queriendo. Después del test me llamó y estuvimos media hora hablando, me contó lo que probaron en el test y me volvió a pedir disculpas. Además, la curva 10 no ayuda y es muy fácil hacer un error ahí. Bradley llegó mega colado, porque iba como cinco motos por detrás de mí y, con la temperatura que había, el depósito lleno y la curva cuadrada, era muy difícil parar la moto”.

Además del trastorno físico, lo que también le ha fastidiado mucho a Aleix ha sido perderse esta año la Qebrantahuesos, una ruta cicloturista de 200 kilómetros para la que se había preparado a conciencia: “Me hacía mucha ilusión hacerla, me había preparado muy bien y me fastidió muchísimo no poder ir. ¿Objetivo? Iba a disputarla. El que ganó sólo fue tres minutos rápido que yo el año pasado (5 horas y 47 minutos). No fue muy rápida este año, así que me da más rabia todavía”. El año que viene.