Hamilton: "Mire, la Triple Corona no podría importarme menos"
El pentacampeón habla con As en China. No se ve corriendo una vez deje la F1 y subraya lo importante que fue cambiar McLaren por Mercedes.
Llega Lewis Hamilton con unos minutos de retraso, porque le habían dicho que la entrevista era en otro edificio. Estrecha la mano con fuerza, se sienta y prueba el café que espera en la mesa. "¡Sabe horrible!". El pentacampeón está relajado, con 34 años dice todo lo que piensa y ya no sabe lo que es la presión. Habla de lo que siente un piloto joven cuando llega al Mundial, de lo que ha aprendido en Mercedes y de lo que hará, y no hará, cuando se baje por última vez de un Fórmula 1.
-Se le vio especialmente conmovido con la mala suerte de Leclerc en Bahréin…
-Quizás la palabra no es conmovido, así te quedas cuando presencias una gran actuación musical. Pero sí, sentí empatía, fue real porque llevo mucho tiempo aquí y sé lo que se siente cuando haces tu primera pole y vas a ganar tu primera carrera.
-Charles, Verstappen… ¿mira de forma diferente a los pilotos jóvenes de la parrilla?
-Simplemente sé lo que es tener 21 años. Llega un momento en el que pasas cierta edad y lo olvidas, pero yo todavía no he llegado a ese punto.
-¿No es raro correr contra ellos? Eran niños cuando usted ya ganaba.
-Siguen siendo niños (risas), alguno de hecho no ha cumplido 20 años todavía. Cuando eres joven, a todos nos ha pasado, no escuchas a tus padres ni a quien puede darte consejos. Supongo que también le pasa a Max, y he escuchado lo que dice su padre o la gente que le rodea. Pero cuando eres joven estás muy centrado y piensas que lo sabes todo.
-Y en su primera temporada, ¿alguien le daba esa clase de consejos?
-Creo que no. Pero a esa edad eres inmaduro. Si pudiera volver atrás y decirme a mí mismo, con 22 años, las cosas que sé ahora, habría ganado mi primer Mundial en mi primera temporada sin problema. Habría ganado igualmente el segundo año, y probablemente también el de 2009. Luego creo que no hubo más campeonatos en los que tuviera el coche necesario para hacerlo.
-¿Cómo maneja ahora la presión?
-Ya no sufro con la presión. Supongo que hubo un punto de inflexión que ya no recuerdo, en tu carrera hay altibajos de presión y estrés. Pero llega una edad en la que te sientes más cómodo, en mi caso fue cuando empecé a no preocuparme por las opiniones que otras personas tenían sobre mí. Cuando aceptas que no puedes cambiar la opinión de todo el mundo, que cada uno puede tener la suya, puedes volverte duro como una roca. La gente puede decir lo que quiera, seguiré viniendo a hacer el trabajo que hago y seguiré haciendo los viajes que hago. He creado mi propia línea de ropa, nadie más ha hecho lo que hago yo fuera del deporte, pero lo hago porque, hasta donde yo sé, es lo correcto para mí.
-¿Qué es para usted la F1 ahora mismo? ¿Un trabajo? ¿Una pasión?
-La Fórmula 1 y las carreras siguen siendo mi pasión. Las otras cosas suman, no restan. Me encanta competir, me encanta extraer el máximo de un coche de un fin de semana a otro y volver a la fábrica para seguir trabajando con la gente. Aquí puedo dirigir lo que hace el coche o enfocar su desarrollo, decirles si pienso que hay que evolucionar de una forma u otra, y recibir sus impresiones unos días más tarde. Disfruto en los test de pretemporada. Me encantan los debates y es interesante ver cómo evolucionan las posturas conforme avanzan las carreras. Es como un ‘¡te lo dije!’, porque los ingenieros son muy listos, pero cuando les demuestras que estaban equivocados… (se ríe).
-Entonces no piensa retirarse aún.
-Soy consciente de que el tiempo pasa, pero tengo muchas cosas por delante.
-¿Le queda algún sueño por cumplir aquí?
-No diría que tengo sueños por cumplir en F1. Tengo objetivos, no sueños.
-¿Qué clase de objetivos?
-Cada día te fijas uno nuevo, y eso será así durante el resto de mi vida. Aquí, en las carreras, es mejorar mi conexión con los ingenieros, el rendimiento en el coche, enfocarlo hacia donde quiero para ganar un título. En la percepción de la gente parece que el equipo construye el coche y el piloto se sube y ya está. Quizás suceda en algunos equipos, pero en Mercedes no funciona así. Paso muchísimo tiempo con los ingenieros y es muy interesante formar parte del proceso.
-En su carrera, ¿qué supuso dejar McLaren y llegar a Mercedes en el momento adecuado?
-Supongo que si me hubiera quedado donde estaba, quién sabe si hoy seguiría corriendo. (Hace una pausa). Y definitivamente no habría ganado más mundiales. Pero fíjese en LeBron James, ¿habría ganado tantos títulos si no hubiese ido a Miami? ¿Si se hubiese quedado en Cleveland? Va en el deportista. La gente habla de Senna, él estaba en un gran equipo, McLaren era el mejor equipo y cuando ganó esos títulos tenían un coche increíble para dominar. Pero es que el deporte es así: cuando un equipo es fuerte, piloto y equipo pueden eclipsarlo todo. Fue la mejor decisión de mi vida, pero no llegó por error o casualidad.
-Para su futuro fuera de la Fórmula 1, ¿habrá carreras?
-Creo que no. Nunca puedes decir nunca, pero no tengo planes de correr en otro sitio.
-La Triple Corona…
-Mire, no podría importarme menos.
-¿Le Mans? ¿Indianápolis?
-No. Los coches no son iguales, cuando Nigel Mansell fue a Indianápolis (1993 y 1994) estaban bastante bien. Pero aunque me gustaban mucho los ‘Grupo C’ de entonces, no me llama mucho la atención la tecnología que hay en algunos campeonatos ahora mismo. Tampoco soy muy fan de Le Mans. Creo que no. Probablemente pilotaré motos, mucho, pero sólo por diversión.
-Entonces, ¿qué sueña hacer cuando lo deje?
-Es pronto. Hay cosas en la cabeza, pero no me gusta hablar demasiado por si luego no suceden. Pero en cualquier caso, un deportista tiene que mirar más allá de su deporte, porque hay algunos casos, como por ejemplo la NFL, en los que la carrera es particularmente corta. Es triste, porque has construido toda tu vida para pilotar y un día tienes que parar. La siguiente parte también es emocionante, cuando tienes familia e hijos y entras en otro mundo y otras tareas, aunque a mí en particular también me interesa mucho la tecnología. China es un mercado increíble, habrá millones de coches eléctricos por aquí. Me interesa ese mundo.
-¿Cree que será duro dejarlo?
-Siempre es duro, llevo compitiendo desde que tenía cinco años. Michael (Schumacher) incluso volvió, aunque eso es algo que yo no voy a hacer. Y Jordan se pasó al béisbol, una idea terrible, algo he aprendido de esos casos, aunque las carreras son una adicción que será muy difícil superar.
-Gracias y suerte, Lewis.
-Gracias por su tiempo.