Las 80 de Márquez le convierten en el rey de los sábados

Puntos débiles y fortalezas. Es imprescindible analizarlos y conocerlos antes de arrancar con cualquier proyecto. No importa de qué se trate y pese a que él, probablemente, echó a rodar sin tener una perspectiva más o menos clara de ellos, los conoció sobre la marcha en un camino donde nunca es demasiado tarde para aprender. De hecho nunca dejan de hacerlo. Marc Márquez comenzó a construirse sobre una moto. Sobre dos ruedas nacieron las virtudes y defectos de un piloto que ha tenido el mundo a sus pies y también de montera. Soñó, conoció el peaje que tiene querer dejar huella y descubrió las cosas más importantes que le acompañan en un Mundial donde en la clasificación, y puede que también en muchas cosas más, se ha convertido en el rival a batir.

Los sábados es difícil encontrar a alguien más rápido que él sobre una moto. Arriesgar forma parte de su ADN y si es a una vuelta, todavía lo encuentra más fácil. Cuando hay puntos de por medio, ahora, y sólo ahora porque llegó a descolgarse de un título demasiado pronto por no saber decir basta, ha aprendido a controlar el instinto. Pero cuando todo se decide en una oportunidad, él las ve en todas partes, no hay nada que perder. Mono, gas y acción. No hay más y él tampoco quiere más que su nombre en una primera posición, que ya ha alcanzado hasta en un total de 80 sábados desde que llegó al Mundial allá por 2008 en la ya extinguida categoría de 125cc.

Comenzó a sumar en 2009. En su segunda temporada dentro del campeonato logró dos poles, la primera de su vida en Le Mans, a las que tan solo un año después fue capaz de sumarle 10 más a lo largo de un curso donde también se proclamó campeón. Llegaba una nueva etapa en Moto2 y de ella se despidió con un total de 14, repartidas a la mitad durante los dos años que formó parte de esa categoría. También se marchó de ella con el título. Salió por la puerta grande y cruzó otra con unas dimensiones superiores. Al otro lado le esperaba MotoGP o lo que es lo mismo, le esperaban los mejores pilotos del mundo. Y él también fue el mejor en su especialidad.

En su primer año en la clase reina Márquez no sólo fue el piloto con más poles a final de año, logró nueve, sino que además se despidió de la temporada con el título de campeón. A partir de ese momento se convirtió en un referente de la categoría y en 2014 prolongó su hegemonía en una temporada magistral, que supuso su año más glorioso en cuanto a números y también sobre la Honda. Igualó el número de victorias y poles: 12+1 en ambos casos. Firmó un dominio abrumador y esperó hasta 2015 para dejar grabada una de las imágenes del Mundial. MotoGP desembarcó en Austin, transcurría el sábado con normalidad y una vez llegó la Q2, su RC213V dijo basta en plena recta de meta. Casi no había tiempo para más.

Mono fundado, subió la visera y por un momento soñó con ser un velocista que buscaba la línea de meta. A él le esperaba su RC213V en el garaje. Llegó, subió y el resto es una pole nunca vista que suponía la tercera consecutiva en Texas. De hecho, en cada sábado de los últimos seis años, Márquez ha volado en la pista americana para salir siempre desde la primera posición. La de Austin era la primera de las 8 poles que consiguió en una temporada donde se le resistió el título pero, sin embargo, sí continuó sumando en su cuenta personal.

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Todavía le quedaban 22 más por conseguir: 7 en 2016, 8 en 2017 y 7 en 2018. Esas han sido las cifras que ha alcanzado en los últimos años, logrando una media de siete poles por temporada entre las que sumó un nuevo récord. Márquez ha sido el primer piloto que ha logrado arrancar desde la primera posición el domingo, después de haber llegado a Q2 tras pasar por la ronda de eliminación. No entiende de imposibles. Su talento se impone a un límite con el que juega y le lleva a querer más. Y más, es lo que buscará en un nuevo curso que arranca con él como la referencia. En la máxima cilindrada, el piloto de Honda acumula ya un total de 52 poles y es, al igual que en cuanto a títulos, el tercer piloto con mejores números en la categoría. En cuanto a lo que queda de la historia, el guion sólo depende de él.