Nace el Toro Rosso más unido a Red Bull impulsado por Honda
El STR14 se presentó con Kvyat y Albon. Franz Tost, jefe del equipo, celebra las "sinergias con Red Bull Technology" que se verán en el tren trasero.
Toro Rosso no se fija metas, "al menos por ahora", pero Franz Tost, el jefe de la escudería italiana, confiesa sentirse "confiado" cuando contempla el STR14 que presentó hoy el segundo equipo de Red Bull en la F1. Un coche que conserva la decoración de sus dos predecesores y que, al igual que Haas, muestra el trabajo aerodinámico que han tenido que hacer en la fábrica de Faenza para adaptarse a las reglas de 2019. Los dos alerones son más simples, sobre todo el delantero, en comparación con el ejemplar de 2018. "No cambió nada en el diseño, simplemente teníamos menos variables con las que jugar", explica Joddy Egginton, director técnico.
Lo que sí destaca Tost es "la cualidad de las sinergias con Red Bull Technology", porque el tren trasero de este monoplaza será idéntico al del RB15 que presentará la escudería austriaca el próximo miércoles. Comparten motor Honda y también caja de cambios y suspensión trasera, así que no sería de extrañar que el difusor del primer coche energético también guarde muchas semejanzas con el Toro Rosso.
Entre sus pilotos, un chico nuevo y un repetidor que también es joven. El primero, Alex Albon, dejó su contrato firmado con Nissan en la Fórmula E en cuanto le llamó un equipo de Fórmula 1. "En mi carrera nunca me he marcado objetivos para una temporada, quiero verme carrera a carrera", dice el debutante británico de origen tailandés, tiene 22 años. A su lado Daniil Kvyat, el ruso que llegó a subir al podio con Red Bull regresa a Faenza porque el programa de jóvenes energéticos no ha encontrado un sustituto por ahora. "Creo que pintamos bien y toda la gente está motivada, eso me da confianza para el futuro", dice Kvyat, de 24 años.
Aunque la clave de este coche y del Red Bull está bajo la carcasa y, por ahora, poco se sabe sobre su rendimiento. El motor de Honda ya lleva un año adosado al chasis de Toro Rosso y si el año pasado ya mostró velocidad, ahora quieren confirmarse con fiabilidad. "El objetivo es mejorar 2018 en ambos equipos (Red Bull y Toro Rosso). Eso, en el caso de Toro Rosso, implica mejorar el puesto en la clasificación de constructores (9º), sumar más puntos, tener más fiabilidad y, quizás incluso repetir el puesto de Bahréin 2018 (un cuarto de Gasly) o hacerlo mejor". Eso sería un podio, que va a estar muy caro en 2019.