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F1

Así suena el motor Honda

Mientras el resto de fabricantes de motores han publicitado sus primeros arranques, la casa japonesa y Red Bull siguen elevando las expectativas.

El Red Bull de Max Verstappen, en 2018.
Mark Thompson

Se ha vuelto habitual escuchar a estas alturas de la pretemporada el primer arranque de los monoplazas de F1 en sus fábricas, con ese halo de misterio que implica no ver el coche ni sus novedades técnicas. En los últimos días rugieron los motores de McLaren, Renault, Ferrari o Mercedes, con mejor o peor calidad del sonido, aunque el universo de la F1 presta más atención a la última unidad de potencia que ha rugido, este sábado, la de Honda.

Porque será la primera vez que los japoneses suministren motores a dos equipos simultáneamente desde su regreso a la F1 en 2015, de la mano de Ron Dennis. Y después del fracaso con McLaren que les llevó a romper su vinculación al poco de empezar la temporada 2017, la posibilidad de comprobar en la pista qué ha llevado a Red Bull a decidirse por ellos genera una enorme expectación. Toro Rosso fue un conejillo de indias, así lo entendió también Honda, para que el desarrollo del RA619H (la denominación del motor actual) encaje con las exigentes expectativas de Helmut Marko, Max Verstappen y compañía.

"Honda es un verdadero socio técnico. El objetivo es ser más consistentes y, esperemos, tener más caballos que el año pasado. Sólo eso ayudaría a reducir la desventaja", dice Christian Horner en la BBC. Es más cauto que Marko, el hombre fuerte de la bebida energética en el automovilismo, quien lanza continuos elogios a la forma de trabajar de Honda después de entender como un lastre sus años finales de colaboración con Renault, el fabricante de motores que les hizo dominar la F1 hace no tanto. Aunque fuera del entorno Red Bull, el paddock de la F1 mira con más escepticismo el progreso prometido por la casa japonesa.

El trabajo en la fábrica nipona que capitanea Masashi Yamamoto debía ser, fundamentalmente, reforzar la fiabilidad de elementos como el MGU-H y MGU-K, además del motor de combustión, y mantener las prestaciones a una vuelta (que ya eran positivas hace un año) sin que eso comprometa la vida útil de los componentes. Durante 2018, entre Hartley y Gasly emplearon 52 unidades (sumando motor, turbo, MGU-H, MGU-K, batería y centralita) duplicando en algunos casos el máximo permitido y empeorando los resultados de la firma de Faenza en comparación con el año anterior, cuando tenían motores Renault. Esas penalizaciones no llamaron la atención en Toro Rosso pero sí lo harían en Red Bull.

En las sedes de las escuderías también ha habido esfuerzos: el motor, la caja de cambios y la suspensión trasera serán idénticos para los dos equipos energéticos. El Toro Rosso se presentará este lunes, será madrugador, y ya desvelará esos detalles del Red Bull, que hará lo propio el próximo jueves 13, sin supersticiones. El lunes 18 ambos saldrán a la misma pista que ya presenció pretemporadas desastrosas con las averías continuas que salpicaron a McLaren.