Harvard estudia la Fórmula E

Notas en una servilleta y un sencillo Power Point se han transformado en apenas siete años en una competición consolidada que Forbes valora en más de 1.000 millones de euros. La Fórmula E que soñó Alejandro Agag y que contó con el beneplácito, el visto bueno y el apoyo de la FIA gracias a Jean Todt es ahora un modelo de negocio que se estudia en universidades tan prestigiosas como Harvard. Esta semana, el presidente de Formula E Holdings ha asistido a la Escuela de Negocios de la renombrada universidad para participar en un programa que han incluido en un MBA llamado 'Building Sports Businesses'.

Agag, junto al comisionado de la NHL, representantes de los Golden State Warriors y de la Drone Racing League, ha desvelado las líneas maestras del éxito que ha supuesto, no sólo como competición de coches, sino como modelo de negocio la creación del certamen eléctrico que está inmerso en su quinta temporada. El español ha dado a los estudiantes una visión detallada de los fundamentos principales de la serie... y de los sacrificios que han superado hasta llegar a asentar la Fórmula E.

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La brillante idea de crear una competición de coches eléctricos necesitaba llevarse a la práctica desde las diapositivas: crear el monoplaza eléctrico, buscar pilotos, negociar con las ciudades y autoridades locales, contratar promotores y socios comerciales, convencer a las marcas... fue un arduo trabajo para llegar a que todos participaran en la visión de un futuro eléctrico que ayudara también a la trasnformación en las calles y carreteras de todo el planeta.

“No todos los días enseña un caso de estudio sobre una compañía. Espero que los estudiantes puedan sacar algunas lecciones valiosas del viaje que hemos realizado en los últimos años y el continuo crecimiento y éxito de la Fórmula E", aseguraba un orgullosos Agag.