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PREMIOS AS DEL DEPORTE 2018 | EL PERFIL

Trabajo y convicción para derribar barreras de género

Ana Carrasco se subió a la moto de su hermana con tan solo tres años y le picó el gusanillo de la velocidad para toda la vida.

Trabajo y convicción para derribar barreras de género
Graeme BrownEFE

La moto le llamaba la atención más que la bicicleta... y eso que apenas sabía hablar. Ana Carrasco (Cehegín, Murcia) nació hace 21 años con el ADN de la velocidad y las carreras adherido en su menudo cuerpo. Hija de un mecánico de José David de Gea, campeón de España de Fórmula Extreme, se subió a la moto de su hermana con tan solo tres años y le picó el gusanillo de la velocidad para toda la vida.

Poco a poco fue rodando más y pronto vio que su futuro tenía que estar vinculado al mundo de las dos ruedas. Debutó y puntuó en el CEV (Campeonato de España de Velocidad) con 14 años y dos más tarde se convirtió en la primera española, y quinta en la historia, en puntuar en el Mundial de MotoGP siendo 15ª en el GP de Malaisia 2013 de Moto3.

Después de tres años en la clase pequeña de MotoGP, donde disputó 46 grandes premios y sumó 21 puntos, la falta de dinero le llevó a volver a competir en el CEV hasta que encontró acomodo en Supersport 300, tercera categoría de las Superbike. En ella, en 2017 ya logró su primer hito al ser la primera mujer en lograr una victoria en un Mundial de la FIM con la que conquistó en Portimao. Esta temporada ha seguido sumando éxitos y ha hecho historia al ser la pionera en liderar un Mundial FIM para ahora completar el círculo con el título. Cercana, humilde, reservada y agradecida ya puede gritar bien alto que es campeona del mundo, la primera mujer de la historia.