Aspar aún alucina con lo de Arenas: "Lo más bestia que vi"

Ya está en marcha el GP de Malasia, donde se pueden coronar campeones Jorge Martín (Moto3) y Francesco Bagnaia (Moto2), y Jorge Martínez, Aspar, sigue hablando de la carrera de Australia en la que venció su pupilo Albert Arenas. Y no le faltan motivos para ello, más que de el Ángel Nieto Team sumara otro triunfo. "Es lo más bestia que vi", dice aún emocionado, resumiendo el carrerón vivido en Phillip Island con el inicio de la última vuelta: "Arenas pasó por meta undécimo en la última vuelta de Australia y se puso primero en la primera curva. Fue una carrera bestial".

Hubo momentos de la carrera en los que el grupo de cabeza estuvo integrado por 23 pilotos, perdiéndose siete unidades por el camino, algunas tan señaladas en la pelea por el título como Bezzecchi, al que Rodrigo tiró alocadamente en la bajada que da a la curva 10. Al final, los 15 primeros cruzaron la meta en tan sólo 2.148, lo que es el cuarto final más apretado de la historia entre los pilotos con derecho a puntos, pero la diferencia es mucho más corta si se reduce a las 14 pirmeras plazas, con nueve décimas nada más entre Arenas y McPhee.

Arenas salió quinto de la curva de entrada a meta en Phillip Island, cedió seis plazas antes de cruzar la línea de meta a 0.175 de Martín, que lideraba en ese momento, y entre los rebufos y la gran frenada que hizo adelantó a diez pilotos: Norrodin, Canet, Binder, Oettl, López, Vietti, Migno, Suzuki, Sasaki y Martín. A su favor jugó el toque que hubo a sus espaldas entre Martín y Oettl, lo que le permitió contar con una mínima ventaja en la última vuelta que hizo buena en la meta, donde cruzó primero con 0.052 sobre Di Giannantonio.

Arenas tiene muy fresca en su memoria esa última vuelta y seguro que ese dulce recuerdo perdurará con el paso de los años: "La penúltima vuelta la afronté desde la quinta posición y bien colocado. Sabía que tenía que estar ahí, pero en la última curva hubo un percance con un par de pilotos, casi nos tocamos y se ralentizó el grupo. Estábamos todos muy juntos, yo pasé por meta undécimo, pero entré primero en la primera curva, frenando muy tarde, en cabeza. La curva uno me gustaba, se me daba bien, y lo aproveché. Luego tiré al máximo para intentar distanciarme del grupo perseguidor, y lo conseguí hasta las últimas tres curvas. Sabía que las dos últimas de izquierdas había que ser preciso y acoplarse al máximo para que no te cogieran rebufo. Y así fue".