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MOTOGP | GP DE GRAN BRETAÑA

Los pilotos impusieron su voluntad y cancelaron el GP

Una Comisión de Seguridad de emergencia sirvió para que la mayoría de los pilotos pidieran a Dorna que no se esperara más. Dovizioso faltó porque no se enteró.

Silverstone
Los pilotos impusieron su voluntad y cancelaron el GP
Tim KeetonEFE

La mejor noticia de la jornada de carreras cancelada de Silverstone fue que los pilotos pudieron imponer su voluntad y, en una Comisión de Seguridad de emergencia, le pidieron al promotor del campeonato, Dorna, que cancelara el GP, que dejara de retrasarse la hora provisional de comienzo de la prueba. Así, a las cuatro de la tarde en horario local, una más en la Península, se acabó una reunión en el camión del IRTA en la que se canceló oficialmente el GP de Gran Bretaña.

La reunión surgió sobre la marcha, por voluntad propia de algunos pilotos, aunque no todos se enteraron y faltaron algunos a los que les hubiera gustado asistir, como un Dovizioso que, aunque reconocía que las condiciones no estaban para correr, se quejaba de no haber asistido. Tampoco lo hizo, por voluntad propia Rossi, que aceptaba lo que decidiera la mayoría y a él no le dolió ser uno de los ocho ausentes. Entre los presentes, sólo Miller hizo fuerza para que el GP siguiera adelante, pero Carmelo Ezpeleta les dijo a los pilotos que se haría lo que ellos pidieran y la mayoría, con Lorenzo, Márquez, Aleix, Zarco, Crutchlow, Pedrosa y muchos otros presentes, solicitaron que se acabara con el sainete que estaba suponiendo tanto retraso.

La hora inicial programada para la carrera era las 11:30 de la mañana y, aunque se pudo disputar el warm up de MotoGP en seco y el de las otras dos categorías con algo de lluvia, se puso a llover con más fuerza minutos antes de la carrera de MotoGP. Eso provocó que en la vuelta de formación de parrilla se vieran ya un par de salidas de pista, las de Bautista y Aleix, y que Luthi estuviera a punto de irse contra el muro por derraparle la rueda en plena recta, cambiando de tercera a cuarta, según relató el mayor de los Espargaró.

A las 11:21 llegó el primero de los retrasos y a partir de ahí un intento más con otro retraso, y la decisión de que la hora tope de disputarse las carreras serían las 19:30, con lo que se cancelaría primero Moto3, luego Moto2 y finalmente MotoGP si se quedaban sin tiempo sin tregua de la lluvia. Los operarios del circuito se emplearon inútilmente en evacuar el agua de la pista, con camiones y tractores con palas estilo quitanieves, pero en ningún momento cundió el optimismo entre los pilotos de la parrilla.

La verdad es que ha habido días de carreras con una lluvia más intensa que la caída en Silverstone, pero el problema aquí radica en el chapucero reasfaltado que se ha hecho este año en el trazado inglés. Además de tener más baches que el anterior, no drena nada bien y entre baches se acumulan enormes balsas de agua que propician el temido ‘aquaplanning’. Esa razón y no otra fue la que mandó el sábado al hospital a Tito Rabat con tres fracturas en la pierna derecha, y eso es algo que pesaba el domingo en el ánimo de los pilotos, conscientes de que se podía haber vivido una tragedia mucho peor.

Dirección de Carrera ha responsabilizado al circuito y a la empresa responsable del asfalto, Aggregate Industries. Y el circuito ha mostrado su indignación con esta empresa local a la que le ha pagado 2.2 millones de euros a cambio del peor asfalto nunca visto en agua. El de Motegi del año pasado, donde llovió más que aquí, permitió que se corrieran las tres carreras. Esperemos que la experiencia sirva para tomar nota de cara a un futuro en el que no se repita una chapuza semejante.