Williams admite su crisis: "Nunca la vimos venir. Ha sido un shock"
Alex Wurz afirma que si la escudería de Grove sigue desarrollando su modelo actual, el coche seguirá siendo igual de malo.
Cuatro puntos en diez carreras. Este el pobre bagaje acumulado por Williams en el Mundial de Fórmula 1 2018, que se vio agravado en el Gran Premio de Gran Bretaña 2018 cuando el nuevo alerón trasero originaba una pérdida demasiado grande de carga aerodinámica.
Un inconveniente calificado como intermitente, pero realmente bastante catastrófico, que ha vuelto a poner en el foco a los ingenieros encargados de la estilización del FW41 bajo la dirección de Paddy Lowe.
Preguntado por la delicada situación que está padeciendo el tercer equipo más laureado de la parrilla, la dirigente nacida en Windsor asegura en 'The New York Times' que cada carrera es como un golpe al cuerpo: "Si alguien me hubiera dicho la temporada pasada que venía lo que estamos pasando ahora, entonces me habría horrorizado. Nunca lo vimos venir. Claramente, ha sido un gran shock. Es como experimentar el dolor. Es mi equipo, es muy personal para mí, y siempre he dicho que el equipo es como otro hermano. Me preocupa profundamente, y lo único que hago es tratar de nutrirlo. Por el momento, mi equipo está en la guerra y me lo tomo como algo personal. Todo se siente como un golpe al cuerpo, especialmente cuando estamos al final de la parrilla y sabes que la próxima carrera va a ser tan mala como la anterior".
De igual modo, Alex Wurz, asesor de la escudería de Grove, recomienda a Claire Williams realizar más cambios en el departamento de aerodinámica para salir de esta complicada situación: "Si sigues desarrollando de acuerdo con el método anterior, que te ha llevado a un coche muy malo, nada se moverá porque tienes que hacer un reinicio en el departamento de aerodinámica".
Cabe destacar que a finales del mes de mayo, Wurz confirmó que Dirk de Beer había finalizado su breve etapa como jefe de aerodinámica en Williams, asumiendo sus ocupaciones Doug McKiernan y Dave Wheater. Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud.