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FÓRMULA 1 | GP DE MÓNACO | ENTREVISTA

Sainz: "Estoy abierto siempre a tomarme un café o una caña"

As habla en el Principado con el madrileño e intentamos entrar en la persona más allá del piloto. "Nadie me ha regalado nada", asegura.

Mónaco
Carlos Sainz firmando autógrafos en Mónaco.
ANDREJ ISAKOVICAFP

El niño es guapo, ¿quién lo va a negar? Mira la vida de frente, se juega el destino en las carreras y además habla como si diera conferencias de ética y felicidad. A veces nos quedamos con la imagen de una persona sin conocer su historia, opinamos y llegamos a conclusiones que suelen ser erróneas. A Carlos Sainz no se le conoce mucho, aunque todo el mundo ha oído hablar de él desde hace tiempo, se sabe que es hijo de Carlos Sainz el piloto de rallys, que corre en Fórmula 1 y que Fernando Alonso era su ídolo. Poco más. Aquí le preguntamos por su vida, por lo que hace y cómo es más allá de lo que se ve. Y por dentro es aún mejor… el niño.


—Vamos a intentar que le conozcan un poco más, ¿como es un día normal de Carlos Sainz? ¿Qué hace?

—Ummm, ¿qué hace Carlos Sainz en un día normal? Pues me gusta levantarme alrededor de las ocho de la mañana, una hora razonable si no tienes un compromiso serio temprano, después me gusta quitarme la primera sesión de deporte del día de encima sin desayunar, me tomo un café y hago un poco de carrera, natación o algo de gimnasio, después ya desayuno y hay días que voy a la oficina, allí tengo todos los trofeos, una mesa, planificamos las carreras, hacemos alguna reunión con patrocinadores y ese tipo de cosas. De ahí hay veces que me voy a jugar un rato al golf, vuelvo a casa a comer con mi familia, me gusta echarme la siesta de diez minutitos el día que me la puedo permitir, luego meto la segunda sesión de deporte del día con un entrenamiento algo más duro y más tarde quedo con mi novia o mis amigos, ceno con ellos…

—No está mal…

No me quejo, no, mi trabajo son las carreras y cuando estoy en casa hago deporte, voy un rato a la oficina y poco más en ese sentido, no paso el día allí y después hago las cosas que me gustan…

—¿Es consciente de lo privilegiado que es?

Claro que sí.

—¿Alguna vez lo piensa?

Lo pienso todos los días yo creo. Hay días que se te olvida y me lo tengo que recordar, hay días duros que nos cuesta a todos ir al gimnasio, te da pereza ir a la oficina a una reunión, te da pereza ir a un evento, te da pereza hacer una entrevista… pero está claro que soy un privilegiado como tu dices.

—¿Alguna vez le han tenido que poner los pies en la tierra?

Yo creo que siempre a todos nos han tenido que dar un toque de atención.

—¿Quién es su caso?

Yo creo que mi familia en general. A todos nos han tenido que dar una leche a tiempo, aunque sea de manera simbólica, y a mí me la han dado en diferentes fases de mi vida y la he necesitado como la necesitamos todos de vez en cuando. En el momento te molesta, pero después acabas entrando en razón y sabes que un poco tienes que cambiar en cierto modo. Me ha pasado a mí como supongo que a todo el mundo.

—Se tiene la imagen de Carlos Sainz como un niño pijo…

Bueno… opiniones..

—¿Se considera un niño pijo?

¿Qué soy pijo? No sé... Pues mira puede ser que sea pijo, me parece incluso ofensiva esa palabra a veces, porque… ¿qué pasa? ¿No me puedo vestir con una camisa para quedar con mis amigos? ¿No puedo jugar al golf, que también es considerado un deporte de pijos? ¿Qué lo puedo ser? Pues sí, mira.

—¿Orgulloso de serlo incluso?

No, ni una cosa ni otra. Me da igual, me da igual. No me meto con otras personas por ser diferentes a mí, creo que los demás no se deben meter conmigo por ser como soy.

—En cualquier caso no se puede decir que lo haya tenido fácil, podemos decir que no es un pijo de esos que los demás piensan que lo han tenido todo hecho…

Bueno, puedes ser pijo y ser un currante, trabajador, haberte ganado las cosas por ti mismo. Nadie me ha regalado nada y para mi eso es lo importante en la vida. Luego ya como te vistas o la forma de vida que tú quieras hacer eso ya es decisión tuya, pero la manera en la que yo me he ganado mi puesto en la F1, la forma en la que yo me he ganado todo, lo que he trabajado para conseguirlo, eso no me lo quita nadie y se me tiene que valorar eso, en vez de si soy pijo o no.

—¿Ha ido alguna vez en Metro, Carlos?

He ido en Metro, correcto. No lo suelo hacer, tengo la suerte de tener un coche con el que poder moverme por Madrid, pero con 16 o 17 años me ha tocado ir en Metro con mis amigos, por supuesto.

—Siempre es sincero, a veces en exceso para este mundo en el que vivimos de tiburones…

Bueno… yo creo que esa es tu opinión.

Carlos Sainz hablando con Manuel Franco.
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Carlos Sainz hablando con Manuel Franco.DIARIO AS

—Tiene razón… pero a lo que voy es que mucha gente me dice… 'yo creo que a Carlos le falta algo' ¿Qué le falta a Carlos?

Bueno… yo creo que a todos nos falta algo, no existe la persona ni el piloto perfecto y yo soy consciente de que me puede faltar algo en algún área de mi persona como de mi talento o de la competición. La gente que lo diga tiene su opinión, pero yo creo que a todos nos falta algo, no es solo cuestión mía quizá.

—Otros, al contrario me dicen que les gustaría ser su amigo…

Me hace ilusión escuchar eso porque debe ser que les gusta la imagen que proyecto. Yo la verdad es que llevarme mal, no me llevo mal con nadie, por si le sirve de referencia y estoy abierto siempre a tomarme un café o una caña con quien sea.

—¿Qué valora de sus amigos?

La sinceridad, por encima de todo, eso lo tengo claro, aunque me digan cosas que no me van a gustar, la honestidad y el compromiso. Cuando le pides un favor a un amigo que te sepa responder, que sea honesto si la has liado y te lo tiene que decir o viceversa, y luego, lealtad.

—¿Qué le quita el sueño?

La competición. Hay días que me paso horas en la cama dándole vueltas a como mejorar mi coche o yo mismo y me levanto con esa misma ambición y esas mismas ganas.

—Ya ha explicado la razón por la que sacó la bandera de España en Barcelona, siente orgullo de su país lógicamente, pero también tenemos cosa malas, ¿la envidia es una mal español?

Sí, totalmente. Hay veces en este país que nos da rabia cuando a un español le va bien, creo que es deporte nacional, y es algo que ojalá cambiemos, ojalá veamos un poco más allá. Me ha pasado incluso a mi que he tenido cierta envidia en algunos casos y hay que intentar quitarse eso porque es malo, es muy malo. Muy malo.

—A quien no le tiene envidia si no admiración es a Rafa Nadal, pero entre los deportistas extranjeros, ¿a quién tiene como referente?

Ummm, buena pregunta. Mira, como siempre he pensado en Rafa… podríamos decir Federer, quizá, pero no tanto como Rafa, justo ahora no me viene a la cabeza nadie… Tiger Woods, a nivel deportivo me gusta mucho. A ver, motos, no, fútbol ¿algún extranjero? No se me ocurre nadie ahora mismo.

—¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida, más allá de la competición?

De los mejores, ver a mi padre ganar el segundo Dakar. Eso me hizo mucha, mucha, mucha ilusión. Y luego, fuera de la competición, complicado decir algo, creo que el mejor momento de mi vida.. queda mucho para que llegue todavía.

—Hablando de su padre, le veo igual que a él, como un enfermo de la competición…

Sí, sí, seguro. Yo creo que todos los que competimos somos unos enfermos, tienes que serlo, si quieres ganar algún día, si quieres triunfar, si quieres que te vaya bien. O estás 24/7 pensando en ello o no se puede… Cuando compites contra los mejores te tienes que dedicar en cuerpo y alma a ello porque es la única manera de batirles y de sacar lo mejor de ti mismo.

—Alguna vez ha pensado que no lo va a conseguir…

No, nunca lo he pensado, soy muy positivo en ese sentido, aun sabiendo perfectamente que lo normal es no conseguirlo, lo raro es serlo, sino habría muchos campeones del mundo de rallys, de Fórmula 1, de tenis… pero es que hay muy pocos y de mi generación serlo es más difícil todavía.

—¿Que daría por ser campeón del mundo?

Lo que estoy dando ahora, todo mi sacrificio, mi esfuerzo, todo… No me falta por dar nada más de lo que ya doy.

—Hubo otros pilotos que estuvieron en la órbita de la F1, pero ahora sí que está claro que Sainz es el sucesor de Alonso.

Primero de todo, me siento privilegiado por estar en F1 y porque la gente me considere sucesor de Alonso, pero ya he dicho que Alonso solo hay uno. Yo voy a tener mi forma de hacer las cosas, mi modo de conseguirlo y al final es muy difícil que haya más españoles en F1.

—¿Es mas difícil siendo español ser campeón del mundo de F1 que en otros deportes?

Es que somos veinte... En golf hay 400 profesionales, en tenis 200, pero en Formula 1 solo unos pocos. Todos esos pilotos que también estuvieron o rondaron la F1 ahora se están ganando la vida con las carreras y ellos mismos se consideran unos privilegiados y yo me alegro por ellos, de hecho si no estuviera en F1 también intentaría ganarme la vida con las carreras como hacen ellos, pero la Fórmula 1 depende de muchos factores, de estar en el sitio correcto en el momento justo y entre ellos me he encontrado yo. He ganado las World Series cuando tenía que ganar, entré en Red Bull cuando debía , he hecho algunos resultado en su momento y aquí estoy, luchando…

—¿Qué es lo que más feliz le hace?

¿Más feliz? Que le vaya bien a mi familia. Me ha pasado hace poco, a mi hermana le han dado un trabajo nuevo que le encanta y es un sueño cumplido para ella que me ha hecho muy feliz. Ver a mi padre ganar el Dakar, ver a la familia contenta en general, salud y bienestar de la familia es lo que más feliz me hace a mí en estos momentos.

Sainz y los 'kiciclos' del Hospital 12 de Octubre

Pasa por ser uno de los mejores hospitales de España y en el área de Infantil son una auténtica referencia, como también en maternidad y neonatos. Pero el 12 de Octubre de Madrid además tiene una particularidad en la ayuda a los pequeños que sufren la terrible enfermedad del cáncer. Carlos Sainz ha colaborado con ellos en una gran experiencia vital. Así lo cuenta: "Nos pusimos en contacto con ellos, con Juegaterapia, tenían la idea de crear una especie de triciclo para llevar la quimioterapia porque los niños se tenían que mover por el hospital con el típico cacharro de la vía y todo eso, pero tuvieron esa idea de darle un toque más divertido, ameno dentro de lo que es esa enfermedad. Nos pareció una idea brutal, algo muy bueno y enseguida lo financiamos y en ese Hospital 12 de Octubre de Madrid hay muchos niños que van con lo que nosotros llamamos kiciclo por allí. Es de las cosas que mas me han llenado como persona hasta ahora, conocer a esos niños, poder regalárselos, pasar un rato con ellos, a nivel humano es de las mejores cosas que me han pasado". Han seguido en contacto e incluso algunos estuvieron en la grada Carlos Sainz en Barcelona.