Verstappen hace terapia ante 200.000 personas en Budapest
El holandés dio una multitudinaria exhibición en la capital húngara al volante del RB8 dos días después de chocarse con Ricciardo en Bakú.
Fue un resultado muy difícil de asimilar para todos en Red Bull. En Bakú pasó lo que siempre hay que evitar, que dos coches de un mismo equipo abandonen tras chocarse entre ellos. Esta vez, les tocó a Ricciardo y Verstappen, como en Hungría la temporada pasada, tras protagonizar una intensa lucha de que acabó de la peor, y casi única, forma posible. El australiano tendrá que esperar para volver a subirse de nuevo a un Fórmula 1 y quitarse ese mal sabor de boca, pero el holandés ya lo ha podido hacer... y para disfrutar.
Y es que hasta 200.000 personas se echaron a la calle en Budapest, la capital de Hungría, para ver en acción a Max dando una exhibición encima de un monoplaza de Red Bull, aunque poco tiene que ver con el actual, apenas el diseño. El coche que llevaba entre sus manos era el RB8 de 2012 con el que Vettel y la escudería energética conquistaron su tercer título seguido. Verstappen deleitó a los presentes con donuts, derrapes y olor a goma quemada subido en un F1, y en uno de los de deportivos de Aston Martin, el Vanquish S, dio una vuelta saludando al público.
"Afortunadamente, el clima era bueno y eso siempre ayuda. Creo que hemos ofrecido un gran espectáculo, tanto los muchachos en el asfalto como los aviones y helicópteros. Es realmente genial estar en Budapest", declaraba más tras un acto que, como leen, no solo le tuvo a él de protagonista. A él se unieron otros pilotos de DTM, Autocross y Rallycross, así como vehículos aéreos de la Red Bull Air Race y de los Flying Bulls (Toros Voladores). Un evento que sirvió de disfrute para los fans húngaros y de terapia para Verstappen.