"Es malo para el equipo, no importa de quién es la culpa"

Era más rápido Daniel Ricciardo, pero Max Verstappen no pensaba dejarle pasar. De ninguna manera. ¿El equipo? Siempre dicen, así lo repitió Helmut Marko que su filosofía es la de dejar luchar a sus dos pilotos, aunque haya episodios históricos en los que no ha sido así. En cualquier caso nada les dijeron desde el muro y pasó lo que tenía que pasar. El choque entre los dos pilotos de Red Bull protagonizó el gran premio en Bakú. Era el momento en el que la estrategia del equipo había vuelto a poner a Ricciardo por detrás de Verstappen, pero el australiano quería más, se preparó el adelantamiento, pero el holandés se movió hacia un lado, hacia el otro y Dan no pudo evitar el accidente. Los dos fuera. En la investigación posterior dos reprimendas, una por piloto. Max hizo dos movimientos “relativamente menores” que no debió hacer, pero Ricciardo admitió que su último toque de volante llegó tarde. Mal.

 Después ninguno de los dos echó la culpa al otro. Así lo veía el holandés después de la carrera. "Ha sido algo malo para el equipo, no importa de quien ha sido la culpa, mucha gente trabaja en el coche para estar delante y un coche entre compañeros no es lo que queremos", declaraba a las televisiones.

Pero lo cierto es que antes ya se habían tocado, ¿no debió el muro advertirles algo? "Es fácil decirlo, estábamos yendo al límite y el accidente ha ocurrido, pero hemos demostrado que podíamos luchar cuerpo a cuerpo. Una vez es verdad que nos tocamos rueda con rueda, pero no es un gran problema, podía haber pasado con cualquiera. De todas maneras ya digo que como equipo es malo, no debería haber pasado. Hablaremos con el equipo y a ver qué pasa”.

Por su parte Ricciardo lo primero que hizo es pedir perdón. Por si acaso. "Tengo que decir lo siento al equipo, es lo único que quiero decir, he visto varias repeticiones, os dejo a vosotros el juicio, la prioridad es disculparse con el equipo antes que señalar a nadie. En ese punto muerto es difícil, nos hemos tocado una o dos veces antes y ha acabado de la peor manera posible", explicó. Parecía claro que si no llegaban órdenes del muro podía pasar, pero... "Ahora que ha pasado es fácil decirlo, estábamos luchando al máximo, nos pasó durante toda la carrera, el incidente ha sido duro digerirlo", cerró el australiano. Un espectáculo. Pura F1.