No sólo de la guerra Rossi-Márquez vive MotoGP. Polémicas al margen, en Termas de Río Hondo se vivió un carrerón en el que Álex Rins logró por vez primera subir al podio de la clase reina. Lo hizo como tercero, al cruzar la meta detrás de Crutchlow y Zarco, y fue la mejor forma de celebrar su renovación con Suzuki por dos temporadas más.

A falta de que se haga oficial, este diario puede asegurar la continuidad del piloto español hasta el año 2020 inclusive. Se convierte así en la quinta pieza colocada del rompecabezas que es el mercado de fichajes para el próximo curso. Antes que él movió ficha Maverick Viñales, ampliando su relación por otros dos años más con Yamaha. Luego vino el inesperado fichaje de Francesco Bagnaia, en la actualidad en Moto2, por Ducati, fábrica que en su primer año le colocará en el equipo satélite Alma Pramac. El siguiente acontecimiento, también antes de que empezara el nuevo curso, fue la renovación de Marc Márquez con Honda. Y la última conocida hasta esta de Rins es la de Valentino Rossi, que le llevará a correr como mínimo hasta los 41 años.

Rins comparte box desde la temporada pasada con Andrea Iannone y para Suzuki era una prioridad absoluta renovar al español, que pensaba de manera idéntica y no ha querido saber nada de otras ofertas para ponerse de acuerdo con su actual fábrica de la mejor manera posible. Lo que está por ver ahora es quién será su compañero, porque los resultados de Iannone no han estado a la altura que de él se esperaba y hay contactos con varios pilotos, incluido un Jorge Lorenzo que ahora mismo padece más que goza con la Ducati.

Alex Rins

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