Carlos Sainz: "Mi madre es la auténtica heroína de la familia"

—Primer año en un equipo oficial, ¿cómo se siente?

—Lo del año pasado fue un atrevimiento por su parte y del equipo… pero salió muy bien.

—Sí, salió perfecto, sobre todo porque nadie sabía dónde iba a estar yo en Austin en relación con Hulkenberg, no sabían qué se podía hacer sin un solo kilómetro de test, llegar directamente a un gran premio con un coche diferente y tirarte a por la Q3 como hice.

—Y el 4º puesto con Toro Rosso en Singapur cuando todo se anunció... ¿con qué se queda?

—Me quedo con cuatro o cinco cosas que las tengo guardadas y no se me van a olvidar nunca.

—Dígame.

—El séptimo de China saliendo de muy atrás en condiciones mixtas y siendo el único que se atrevió a salir con el superblando cuando todos iban con el intermedio. Me quedo con el fin de semana de Mónaco, es el gran premio donde más presión hay para el piloto y fue el fin de semana perfecto. Como has dicho Singapur y también Austin, todo el mundo pendiente de ver si me iba a acercar a Hulkenberg y creo que lo pasé con nota. Y luego hay algo que la gente no recuerda que es la clasificatoria de Austria…

—La polémica con Red Bull...

—Después de todos los comentarios que hubo de Red Bull, el lío que se montó con aquella rueda de prensa y demás, hice la mejor vuelta de clasificación del año cuando tenía que hacerla.

—Fue un momento desagradable porque no solo hablaron del piloto, sino de su padre...

—No es fácil, no, fue un fin de semana muy complicado que prefiero borrar de la memoria. Pero se solucionaron las cosas rápido, supimos que quizá todos nos habíamos salido de lo que teníamos que haber dicho y ya está. Mejor hablar en pista, es lo que hice y contra eso poco se puede hacer.

—Al final, siendo un chaval, ¿no siente que hay que madurar demasiado deprisa?

—Sí, aislarte, madurar. Muchas cosas con una edad muy temprana, pero es algo para lo que me lleva entrenando mi padre desde muy pequeño, es una presión a la que estoy sometido desde que tengo once años. El hijo de Carlos Sainz intentando crear su propio nombre. Son periodos del año que a veces borrarías pero son los que te hacen ser quien eres.

—El hijo de Carlos Sainz, que no le deja quitarse esa etiqueta porque va y gana el Dakar…

—Es increíble, cuando ya me estaba deshaciendo de ello… (risas). Ha sido muy bueno sobre todo para la gente joven porque muchos no sabían quién era Carlos Sainz padre, habían oído que ganaba mundiales en los noventa y el trata de arrancarlo y su… madre. Pero llega y con 55 años te gana el Dakar, ocupa las portadas de los periódicos, abre los telediarios y toda la gente joven lo descubre y dicen: "Este tío es del que me habían hablado y sigue ganando". Es increíble. No se sabe lo que es eso, ir 600 kilómetros, vete de Madrid a Baqueira campo a través, saltando dunas… es una barbaridad. Hay que ser muy bueno para eso.

—Le ha servido como recordatorio para seguir admirando más a su padre….

—Sí, totalmente, lo expresé de hecho en una carta pública que sacasteis también en As, nada mejor que dejarlo por escrito y lo necesitaba hacer. Sinceramente ha sido un ejemplo espectacular para mí.

—En este deporte, ¿hasta dónde llegan talento y trabajo?

—El talento es importante, sin talento es imposible ir rápido, el 60% es el talento. Pero el otro 40% o lo completas con mucho trabajo o no triunfas solo con el 60% de talento.

—De talento quizás hay tres décimas entre el mejor y el peor…

—Sí, exacto, cuando llegas a la F1 todos van rápido, el talento se iguala y lo que cuenta es el trabajo, la cabeza, saber responder bajo presión.

—Hay tres equipos con motor Renault, ¿el objetivo del equipo oficial es superarlos?

—No, el objetivo de Renault es estar cerca del equipo que saben que va a estar por delante, que de momento es Red Bull, salvo sorpresa de McLaren. Sabemos que el año pasado la diferencia era de un segundo, ocho décimas… y este año queremos recortar esa desventaja.

—Red Bull lo dejamos aparcado de momento…

—Hasta que no se vuelva a hablar de mi futuro a finales de año no merece la pena.

—Renault ya ha dicho que primero fiabilidad y después rendimiento.

—De acuerdo, pero el rendimiento va a ir llegando durante el año y tiene que ir llegando si nos queremos acercar a los líderes, sobre todo a Mercedes.

—Hace unos días decíamos en As que Sainz y Alonso inician el reto del podio este año…

—Como un reto puede ser, como un objetivo es imposible pensarlo porque puedes hacer un año perfecto en la F1 sacando todo el partido a lo que tienes que si el coche está para hacer quinto, el quinto es casi mejor que un podio. Lo comparo un poco con el podio de Stroll el año pasado, hizo un podio, muy bien, muy bonito, pero la temporada se valora más por la consistencia que por una carrera.

—¿Prefiere ser quinto de manera consistente, estar ahí, ser competitivo, a un podio?

—Prefiero la temporada que tuve en Toro Rosso a haber tenido una temporada peor, pero haciendo un podio. Mejor ser competitivo que un podio.

—Ha hablado de McLaren, parece que vamos a volver a ver duelos Alonso-Sainz.

—Ojalá, ojalá, sería muy buena señal porque McLaren es muy buen equipo y si conseguimos ponernos a la altura de un equipo como McLaren y acercarnos a Red Bull sería muy bueno. Y qué mejor que luchar contra Fernando que cada vez que estoy en la pista con él sigo aprendiendo cosas.

—¿Cómo ve a Fernando con el WEC y la F1?

—Bien, se le ve muy motivado con todo, con mucha ganas. Es digno de admirar a sus 36 años, le deseo todo lo mejor. Creo que va a representar a la F1 y a España mejor que nadie.

—Hay quien dice que Alonso, como su padre, está ya como por encima de todo…

—Yo creo que ahora mismo sí, así están los dos. Al llevar tantos años en la F1 te apetece probar cosas diferentes, a mí ya me apetece hacer un rally con 23 años así que imagina dentro de diez años. El tío tiene mérito, mucho mérito.

—¿Los favoritos de 2018?

—Creo que Mercedes y Ferrari van a seguir liderando, los tres equipos que estaban por detrás, Red Bull, McLaren y Renault, nos podemos acercar un poco, pero va a ser difícil porque empiezan con una base muy buena del año pasado.

—Terminamos. No dejan tranquila a su madre, primero el marido, ahora el hijo...

—Tiene mucho mérito la pobre (se ríe), está aguantando todo lo que suponemos mi padre y yo y es la verdadera heroína dentro de casa, de la familia.

—Gracias Carlos. Y éxitos.

—Y tú que lo cuentes.