Red Bull ya no puede influir en la arquitectura del motor Renault
Adrian Newey asegura que a diferencia de McLaren a partir de 2019, ya no tiene voz para decidir la posición de los elementos del propulsor.
"La otra ventaja de trabajar con Renault es que vamos a poder participar en el diseño del motor. En 2019 vamos a ser casi un fabricante, así que es una ventaja en lugar de ser un equipo cliente". Con esta afirmación, Eric Boullier se mostraba satisfecho por el acuerdo alcanzado con los franceses hasta el Mundial de Fórmula 1 2020.
Porque tener voz para obtener una unidad de potencia que se adapte mejor a las características de tu chasis es algo que solamente dispondrá Toro Rosso con Honda esta temporada. 2017 ha sido el último año que Red Bull ha tenido esta concesión con los ingenieros de Viry-Chatillon.
"Notamos la influencia del equipo de fábrica en la instalación del motor. La arquitectura del motor ahora está completamente dictada por el equipo de fábrica. El tanque de aceite, el turbocompresor, el escape... No es lo ideal para nosotros", reconoce Adrian Newey, que se encuentra trabajando en el RB14 en Milton Keynes.
Sin embargo, el 'gurú' de la aerodinámica alaba la imparcialidad que muestran los franceses a la hora de tratar a las diferentes escuderías que motorizan: "Renault siempre ha sido muy bueno a la hora de tratar a sus equipos clientes. No sentí que Renault trabajase para obtener mejores motores para su equipo. Esta fue una de las razones por las que nos unimos a ellos en la era V8".
Por último y preguntado por la competitividad del próximo monoplaza, Newey remarca en 'Sky' que su destino seguirá estando en manos de Renault: "La pregunta sigue siendo si Renault puede cerrar la brecha con Ferrari y Mercedes".