Sebastien Ogier quiere dejar sentenciado el título en Gales

Sebastien Ogier juega su primer “match ball” este fin de semana en el Rally de Gran Bretaña. El francés quiere dejar sentenciado el título con su Ford en la penúltima cita del año, y así no tener que jugárselo en la prueba final de Australia. El que se despide del Mundial en Gales es Dani Sordo, ya que será su última participación del año.

Ogier llega a Deeside, sede de la prueba, con una ventaja de 37 puntos sobre el segundo clasificado, Ott Tanak (Ford), y 38 sobre el tercero, Thierry Neuville (Hyundai). Si sale de Gran Bretaña con 34 puntos de margen, se proclamará campeón. Y si tenemos en cuenta que lleva acumulados cuatro triunfos en la cita galesa en las últimas cuatro temporadas, queda claro que tiene muchas probabilidades.

Pero en un rally tan impredecible como el británico puede suceder cualquier cosa. Tramos rápidos y estrechos, con mucho barro, oscuridad e incluso niebla son los ingredientes que acompañan habitualmente a una de las pruebas con más solera e historia de la contienda. Un escenario en el que el ganador de la última cita en España, Kris Meeke, quiere volver a brillar con su Citroën, ahora ante su público, y donde, además de los tres aspirantes al título, los Toyota de Jari-Matti Latvala, Esapekka Lappi y Juho Hanninen, los Hyundai de Andreas Mikkelsen, Hayden Paddon y Sordo, y los otros ídolos locales, Elfyn Evans (Ford) y Craig Breen (Citroën), también pueden luchar por la victoria.

No es el rally preferido de Sordo, aunque ha subido en el podio en dos ocasiones, pero el español quiere acabar su temporada con buen sabor de boca. Este año se ha mostrado muy competitivo en los tramos de tierra con el nuevo Hyundai, y en citas como Cerdeña, que tradicionalmente no se le daba muy bien, ha brillado con luz propia. “Estoy decidido a terminar el año con un resultado positivo. Lo perdimos en España, donde sé que podríamos haber terminado en el podio, así que eso es algo que quiero rectificar en Gales”, asegura el cántabro.