El futuro del Mundial en España está en manos del público
La FIA vigila de cerca a los organizadores para evitar desgracias con los nuevos coches, mucho más potentes y veloces.
Alerta en el Mundial de rallys. Ante el aumento de potencia y prestaciones de los nuevos coches, la Federación Internacional de Automovilismo vigila de cerca a los organizadores de las diferentes pruebas para evitar una desgracia. La próxima cita es dentro de tres semanas en España, y el club organizador, el RACC, ha puesto en marcha una campaña de concienciación cara al público, en cuyas manos está la continuidad de la cita.
El Rally de España ha sido pionero en materia de seguridad desde su llegada al Mundial en 1991. Sobre todo en dos momentos, 1996 y 2009, introdujeron innovaciones que luego fueron adoptadas en el resto de pruebas de la contienda. Aún así, el pasado año el comportamiento incívico de algunos espectadores en un par de tramos supuso una llamada de atención de la directora de seguridad, la expiloto Michelle Mouton.
La primera medida ha sido retirarlos del recorrido de la presente edición, pero el objetivo es mucho más ambicioso. Se han implementado nuevas medidas de seguridad, ampliando la dotación de helicópteros destinados a la seguridad, y los equipos terrestres, además de aumentar las zonas destinadas al público, que se espera que sólo se ubique en ellas y no en otras partes del recorrido.Pero, como ha explicado Amán Barfull, director deportivo del RACC, “ahora nuestra principal preocupación es difundir al máximo las normas de seguridad y profundizar en la educación de los espectadores para evitar problemas”.
Y es que las carencias de seguridad ya han dejado fuera del Mundial al Rally de Polonia, y el de España no quiere seguir sus pasos. Fácil no es, porque el pasado año se congregaron 140.000 espectadores en las especiales catalanas, pero la mayor parte del presupuesto (unos 3 millones de euros) y del personal (más de 2.000 personas) están destinados a ese objetivo.