Marko: "No me sorprendería ver a Sainz en otro equipo en 2018"
El asesor de Red Bull cambia ahora su discurso cuando le preguntan por el futuro del español, que podría llegar definitivamente a Renault.
Renault llamó a su puerta muy insistentemente y se encontró con una negativa rotunda, pero eso fue el año pasado, ahora la situación es bien diferente. Esta vez, en Red Bull no solo han atendido a los franceses, sino que les han dejado pasar a su salón para charlar sobre el piloto que más desean ver junto a Hulkenberg en sus bólidos amarillos: Carlos Sainz. De sobra es conocido su interés por contratar al español y la intentona que están llevando a cabo ahora podría ser la definitiva para adquirirle.
¿Qué ha cambiado de entonces a ahora para que Red Bull acepte a hablar de su protegido? Lo mismo que tiene a todo el mundo en vilo, las negociaciones a cuatro bandas entre McLaren, Honda, Toro Rosso y la propia Renault. El asunto, ya lo saben, debería terminar con los de Woking montando el propulsor de la marca del rombo y con los japoneses encontrando cobijo en los brazos de los de Faenza. Y ahí es donde se abre la opción de que Sainz acabe en Renault que anteriormente no tenían.
Los galos les están poniendo como condición para aceptar que Toro Rosso acabe su relación como cliente un año antes de lo que firmaron en su contrato que no les pongan ahora trabas en el fichaje de Sainz, y están consiguiendo que su estrategia surta efecto. O eso es lo que se puede concluir al ver las declaraciones de Helmut Marko al 'Canal F1 Latin America': "Es difícil hablar al cien por cien en Fórmula 1, pero no me sorprendería verlo en otro equipo porque sé cuál es su contrato. Eso sí, sólo nosotros podemos hacerlo posible".
Un discurso muy distinto el del asesor de la escudería energética al que tenía ante del parón veraniego en Hungría. Carlos dijo que quería dar un paso adelante en su carrera, algo más que entendible, y en Red Bull no se lo tomaron nada bien. Así, Horner le dijo que esa decisión no dependía de él y apelaba a su lealtad, mientras que Marko fue aún más duro: "Es quizá el padre el que está soñando, habla con alguien que quiera escuchar… Siempre es una situación graciosa". Ahora, dos meses y medio después, el cuento es otro.