La clasificación del Gran Premio de Australia no defraudó en las expectativas que se habían generado a lo largo de la pretemporada en torno al duelo por ser el más rápido entre Mercedes y Ferrari.
Como viene siendo habitual en las últimas temporadas, Lewis Hamilton golpeó primero en Melbourne y logró la pole position. Sin embargo, Sebastian Vettel fue capaz de batir a Valtteri Bottas y colocarse en la segunda posición, un puesto desde donde el alemán confía en poder luchar por la victoria cuando se apaguen los semáforos.