Lorenzo, a por Duke, Agostini, Lawson, Rossi y Stoner

El reto de Jorge Lorenzo en Ducati está claro: ser campeón del mundo. Ese es el objetivo con el que llega a Borgo Panigale. Pero además, el balear podría convertirse en campeón del mundo de la máxima categoría con dos fábricas diferentes, algo que sólo han hecho cinco pilotos a lo largo de la historia.

El primero en lograr ese hito fue el británico Geoff Duke, cuando en 1953 logró el primero de sus tres títulos con la Gilera 500cc, habiendo ganado ya en 1951 la corona con la Norton. Hicieron falta que pasaran 22 años para volver a ver a otro piloto triunfar con una segunda marca. Giacomo Agostini había ganado ya siete de sus ocho entorchados del medio litro entre 1967 y 1972 con MV Agusta cuando en 1975 volvió a campeonar con Yamaha. El tercero que logró semejante hazaña fue Eddie Lawson, que en 1988 se llevó el uno de campeón que había conseguido ya tres veces con Yamaha y al año siguiente revalidó con Honda.

Los dos siguientes de esa relación de lujo llegan ya en la era moderna del motociclismo, considerada como tal a partir de 1990, cuando el Mundial queda reducido a tres categorías y siendo la clase reina MotoGP en lugar de 500cc. Ahí es cuando emerge con fuerza la figura de Valentino Rossi, que entre 2001 y 2003 conquistó tres títulos con Honda y partir de ahí se fue a Yamaha, con la que certificó otros cuatro campeonatos (2004, 2005, 2008 y 2009).

Al finalizar la temporada de 2010, el italiano se fue a Ducati, buscando ser el único de la historia capaz de triunfar con tres fábricas, pero vivió un calvario y nunca estuvo a la altura de los logros alcanzados por Casey Stoner con la Desmosedici. El australiano es el quinto hombre de esta lista, gracias a que en 2007 se coronó campeón con Ducati y en 2011 hizo lo propio con Honda. A ver si Lorenzo puede ser un día el sexto.