La entrada de Pirelli en la Fórmula 1 no ha estado exenta de polémica año tras año. Esta temporada, las altas presiones que la marca italiana exige carrera tras carrera, han provocado más de una queja de los equipos, debido a que estos barómetros provocan un comportamiento inusual en los monoplazas.
Cansados de estas críticas, Paul Hembery ha salido en defensa del trabajo realizado por la marca italiana en una entrevista en Grand Prix Times, asegurando que solamente se han centrado en cumplir las órdenes exigidas por la FIA y los equipos: "Es decepcionante, porque se nos pidió hacer un cierto trabajo que hemos cumplido para ayudar a la Fórmula 1. Cuando entramos en este deporte había un grupo de trabajo donde participaron todos los equipos y nos dijeron lo que querían. Es interesante que nos dijeran que no querían aumentar la velocidad en las curvas, que es ahora lo que nos han pedido hacer. Así es como las cosas cambian con el tiempo".
Un discurso que no es nuevo por parte de Pirelli, ya que la marca italiana se excusó bajo el mismo argumento cuando explotaban sus gomas o cuando los hicieron a medida de Mercedes tras aquel test fuera del reglamento en Montmeló.
O ahora cuando los alemanes, Red Bull y Ferrari se encuentran probando los neumáticos de 2017 antes que nadie. Una prueba más de que la competición está adulterada según ciertos intereses y que luego produce malestar en los italianos cuando se les acusa de que la Fórmula 1 es aburrida. Que en realidad no lo es.