El objetivo de Honda: medio segundo para llegar a Ferrari
McLaren quiere terminar como tercera fuerza de la F1 y los japoneses les han prometido gastar todos los tokens para evolucionar el motor.
"Después, claro, Alonso tendrá que hacer la diferencia". El ingeniero japonés ríe mientras pronuncia estas palabras en un inglés entrecortado, tan a trompicones como aún va el motor Honda del McLaren del asturiano, pero ahora ya se entiende lo que dice, el pasado año era imposible con el amigo Arai. Así ha cambiado la unidad de potencia nipona, antes no funcionaba, ahora ya hace que el coche ruede y cada vez más deprisa, pero todavía no es suficiente.
En McLaren lo saben y presionan, al igual que lo hace Fernando Alonso, para que mejoren la unidad de potencia. Tal y como se vio en Alemania los problemas fundamentales son dos, en primer lugar la escasez de caballos del motor de combustión, en segundo lugar el elevado consumo. Así las cosas, la mejora en potencia es mucha con respecto al año pasado, pero todavía no disponen de esos caballos todo el tiempo que necesitarían y sin gastar más de lo debido, eso hace que la gestión del monoplaza sea fundamental. En cualquier caso el plan de Honda que ha explicado a McLaren es mejorar medio segundo con las dos próximas evoluciones que llegarán en Spa presumiblemente y sobre todo en Suzuka con el objetivo de escaparse de los equipos de la zona media y llegar al nivel de Ferrari en la última parte de la temporada.
Hace poco declaró Eric Boullier que el chasis está a la altura del italiano. Es posible, pero desde luego sigue lejos de la efectividad del de Red Bull, auténtico espejo en el que deben mirarse y que logró con una evolución del motor Renault de medio segundo con tres tokens en Mónaco situarse por delante de la Scuderia.
A Honda le quedan aún doce tokens para evolucionar y han prometido gastarlos todos. Ahora falta ver la efectividad de su mejora. Y después, claro, que Alonso ponga el resto. El asturiano se va de vacaciones, de momento, en Honda han prometido trabajar en agosto. Y los japoneses son gente de palabra.