Márquez, 56 puntos más que el año pasado tras ocho carreras
Su regularidad ha crecido de manera espectacular y su único lunar es Le Mans. En cambio, Lorenzo suma 32 puntos menos y Rossi, 60.
Sólo tiene 23 años, pero su cabeza es mucho más adulta. De otro modo no se entiende el cambio de un Márquez que se ha convertido, sin perder del todo su estilo, en un piloto frío y calculador, capaz de liderar después de ocho carreras con 24 puntos de ventaja sobre Lorenzo y 42 sobre Rossi. Y eso sin contar con la mejor moto de la parrilla, porque la Honda sigue estando un paso por detrás de la Yamaha.
Los números explican bien a las claras el cambio dado por ilerdense, en favor de la regularidad, lo que tiene más importancia si cabe dada las sorpresas que vienen deparando los Michelin, sobre todo el delantero, desde su llegada a la parrilla de la clase reina. El pupilo de Alzamora luce ahora 56 puntos más que el año pasado a estas alturas de campeonato, y sin ningún cero en su haber, cuando entonces ya contaba con tres: Argentina, Italia y Cataluña.
"Todas las personas aprendemos y qué mejor manera que aprender de los errores. Soy de esas personas que me lo puedes decir cuarenta veces pero, hasta que no choco yo contra el muro, no me doy cuenta. Así que el año pasado me di cuenta de cosas y eso no quiere decir que no pueda fallar más, porque al final tienes que asumir riesgos, tienes que empujar y en esta carrera era muy fácil fallar. En Assen me ha dado igual los colores de los otros pilotos, me daba igual quién estaba delante o detrás y simplemente hacía mi carrera, concentrado en mi moto, buscando mi límite. Antes, si me pasaba uno que iba rápido pensaba, si él lo puede hacer yo también, y ahora no toca tanto eso", asegura el del Repsol Honda cuando se le interroga por su cambio de mentalidad.
Y a eso hay que añadir que sus principales rivales están fallones. Mientras que la regularidad del 93 ha crecido de manera espectacular, siendo su único lunar Le Mans, pero salvado con un regreso a la pista que le valió tres puntos, Lorenzo suma 32 puntos menos ahora que hace un año y Rossi, con tres ceros ya en su haber, tiene 60 menos de los que tenía. El italiano se cayó en Texas, lo que él describe como un fallo humano y perdonable, se retiró por la avería de su motor en Mugello y se volvió a caer en Assen, cuando lideraba, lo que consideró un error estúpido. Nada que ver con su regularidad de 2015, cuando arrancó con ocho podios seguidos, incluidos tres victorias, y era él quien se beneficiaba de la irregularidad de sus rivales.
Y en cuanto a Jorge, su temporada pasada también arrancó con altibajos, pero los compensó con una tacada de cuatro victorias consecutivas que ahora no se ha dado: Jerez, Le Mans, Mugello y Montmeló. Su décimo de Assen, por falta de confianza en el circuito de sus demonios, ha de ser una anécdota, pero sabe que no puede permitir que Márquez se le escape más.